Capítulo 42 - El lugar del accidente

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DAMIANO

Piso el embrague una vez pongo la primera marcha. Después de unas cuantas maniobras, nos incorporo a la circulación.

Evelyn espera hasta que salimos a la autovía para darme la mano.

Nunca hace nada que pueda distraerme cuando vamos conduciendo, como eso mismo, tomarme de la mano.

Inspira y espira con fuerza una vez antes de soltarme.

Cierra los ojos.

No ha dicho nada aún, así que sigo mi camino sin detenerme. Le hice prometerme que me diría de dar la vuelta si se arrepentía, por lo que supongo que, aunque está nerviosa, sigue queriendo hacerlo.

Quizás debería intentar calmarla. Me paso a la derecha, para bajar un poco la velocidad y encender la radio.

Dicen que la música amansa fieras, y a mí siempre me ha servido.

Eve abre un ojo y me mira.

- ¿Te parece bien la música? - Sonríe. Es una sonrisa un poco tensa, pero me tranquiliza un poco.

- Sí, está bien.

Me concentro en la música, que también me ayuda a calmarme. Me sorprende encontrarme a un italiano.

Y no se lo he dicho a nadie.
Perdí la cabeza y estoy loco por ti.Hoy ya no vuelan mariposas, ya no quedan rosas
De esas que en verano me regalabas tú.

Cuando llega la parte en italiano no puedo evitar susurrarla.

Volano farfalle sulle lampadine
Attratte come fosse la luce del sole
Come me che tra miliardi di persone
Vengo verso di te

Evelyn me escucha y vuelve a respirar, pero esta vez más calmada. Cierra los ojos, como evadiéndose del mundo y comienza a cantar conmigo.

Hoy ya no vuelan mariposas, ya no quedan rosas
De esas que en verano me regalabas tú.

Nos inspiramos un poco con el siguiente verso y el na-na-na-nada.

Y esta noche na-na-na-nada será igual.
Bailar sin ti, no sé bailar.

Y con él último.

La música no suena igua-ia-ial.

Evelyn ha abierto ambos ojos y sonríe, relajada. Y ese es uno de los poderes de la música. Así es como me siento yo cuando canto. Es como si todo, absolutamente todo, desapareciera y sólo estuviéramos yo y esa canción.

- Después de "Mariposas" de Aitana y sangiovanni, nos quedamos con dos de de nuestros mejores artistas. A ella la reconoceréis por éxitos como - la locutora se queda en silencio y comienza a sonar una melodía bastante divertida:

Soy aquella niña de la escuela.
La que no te gustaba ¿me recuerdas?
Ahora que estoy buena, paso y dices.
¡Oh, nena, oh, nena!

- o algún otro como este: - esta vez sólo suena una única frase con un ritmo otra vez muy bailable.

Yo ya no quiero ná.

"Tun, tun, tun, tun" Tarareo yo también.

- Y a él, desde luego le reconoceréis por esto: - esta canción sí que me suena mucho más.

Quédate.
Que las noches sin ti duelen.

- ¿La colaboración de Lola Índigo y Bizarrap? No, aunque nos gustaría. Esta es la colaboración de Lola Índigo y Quevedo, su más reciente éxito: "El tonto".

Eve y yo cruzamos una mirada rápida. Ninguno conocemos la canción, aunque nos termina gustando. A veces se me olvida que mi bella psicópata también era un fiestera antes del accidente. Aunque con la otra noche me quedó claro.

Tenemos un añoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora