Capítulo 25 - La calma

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DAMIANO

28 DÍAS EN EL FUTURO

Y al fin, tras el parto de Sandra, la ruptura de John y Luca, el colapso de Eve y la aparición de Alberto, el universo nos dio algo de calma. Esa misma calma que precede a la tormenta.

Al menos, puedo decir que la disfrutamos.

PRESENTE

DAMIANO

- Buenos días, psicópata. - Saludo a una Evelyn recién despierta.

- ¿Qué es todo esto? ¿Has hecho tortitas? - Sonrío.

- Sí.

- Oye, ¿estamos celebrando algo? Porque lo último que recuerdo es estar tan borracha que ni podía mantenerme en pie, después un día entero de gente pasando por mi casa, superpreocupada por mí, y para terminar volverme a dormir. Ni siquiera tuvimos una cita anoche. Y tampoco nos acostamos. ¿Esto es un intento de que hablemos? Porque lo haré, pero tendrás que dejarme unos días para que organice todo lo que acabo de redescubrir. - No sé cómo responder a todo eso, así que suelto la respuesta a la primera pregunta que me hizo:

- ¡Feliz aniversario de seis meses!

- No puede ser.

- Pues sí que lo es.

- ¿Sólo llevamos seis juntos? Dios, ha sido una eternidad. - Alzo una ceja, espátula en mano.

- No lo pintas como algo bueno. - La respuesta ante mis palabras es una simple sonrisa.

- Es broma, cariño. Incluso con la locura que han sido estos últimos seis meses, han sido increíbles.

- ¿Sabes? Has vuelto a decir que no te lo crees.

- Perdona, yo soy la escritora aquí, ¿vale? Yo soy la que uso las palabras en tu contra.

- Pues perdona que te diga, psicópata, que yo también escribo. No te olvides de que compongo.

- Bueno, pues entonces digamos que han sido seis meses geniales, ¿vale? Y comámonos...

- Sí. - Es lo único que respondo.

- Iba a decir que comámonos esas tortitas.

- Vale - respondo, encogiéndome de hombros -, pero no sabes lo que te pierdes.

EVELYN

- Aún no te he felicitado por vuestro aniversario. - Dice John, a modo de saludo. 

- No lo hagas. - Le respondo, abrazándolo.

- ¿Por lo de que tenéis un año? - Auch.

- Iba a decir por lo de que se me haya olvidado. Pero viene a ser lo mismo - no le doy tiempo a que se disculpe ni nada -. Entremos, me muero por un batido.

Desde que Luca y John cortaron, he comenzado a verme con ellos más separado. O sea, no tienen ningún problema, y seguimos yendo juntos a la librería de Don, pero tampoco me apetece meter el dedo en la herida.

Sería fácil creer que es por John, pero no. Se lo ve mucho mejor. Se ha cambiado de peinado, dejándoselo un poco más largo, ha renovado su armario, ha empezado a dejarse algo de barba e incluso ha adoptado un perro. Vale, tanto cambio repentino no ayuda a que creáis que está mejor, pero sonríe más y ya no parece que se vaya a ahogar cada vez que ve a Luca. Que sí es lo que le pasa a este último.

Tenemos la fe de que, pasar los próximos dos días haciendo promoción del grupo con Damiano, le aclare algo más las ideas. Nosotros nos hemos quedado aquí con Sandra.

Tenemos un añoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora