Jennie se presentó cortésmente a Rosé y mantuvieron unas palabras. Extrañada por la forma en la que le miraba Lisa, se mostró más introvertida que de costumbre. ¿Estaría así por lo que le había dicho Taehyung? Si fuese así debería ser ella quien se enojase, no Lisa. ¿Por qué la miraba como si estuviese planeando un crimen? Jennie pensó que se pudiese sentir amenazada por la nueva. Pero a Lisa nunca le había importado la competencia y no era un riesgo para su amistad, ¿por qué había tanto reproche en su cara? No lo sabía ni le importaba, se dijo ella irritada. No le había gustado nada confirmar que Lisa no tenía en gran estima su físico, pero no tenía ninguna intención de que nadie lo notase.
Días después Jennie seguía igual que siempre. Rosé se había ganado a todos y todas con su encanto, convirtiéndose en una más. Aunque Jennie notaba que ella no la trataba igual que los demás, no le dió mayor importancia. Era la primera vez que alguien no pensaba que era la novia de Lisa. Solo era eso. Pero lo que la traía desquiciada era el comportamiento de Lisa.
En los últimos días no había pasado más de una hora con ellos. Siempre se sentaba y tras comenzar cualquier charla acababa levantándose y yéndose sin la menor explicación. Además de que nunca estaba en su casa cuando iba a verla. O eso decía su madrastra. Y lo peor de todo es que se había enredado más de lo sensatamente permitido con Sana. Estaba claro que algo le pasaba. Y lo averiguaría en cuanto estuviesen a solas. En esos momentos estaban rodeadas de gente y no era el lugar apropiado.
Lisa miró al grupo, irritada. De nuevo Jennie estaba sentada junto a Rosé. Volvían a charlar animadamente. A sonreírse como si estuviesen solas. No soportaba verlas. Tenía que salir de allí. Así que se levantó y sin decir una palabra se fue maldiciendo entre dientes.
Jennie la había estado observando y apenas escuchaba lo que Rosé le contaba, así que le sonreía para que no se enojase. Al ver que Lisa se iba, se disculpó y la siguió.
- ¡Lisa! – la llamó corriendo tras ella. Ella se paró al escucharla y la miró con ternura al llegar hasta ella y abrazarla por la cintura - ¿Vamos a tomar un café? Desde que te has echado novia no quieres saber nada con nadie – protestó arrastrándola consigo.
- ¡Eso no es cierto! – negó haciéndose un peso inamovible como si la llevasen contra su voluntad. Pero estaba feliz de tenerla de nuevo tan cerca, pendiente a ella, solo a ella. – Sana no es mi novia. Yo no tengo ninguna novia – aclaró efusivamente.
- Pues entonces es que me has estado evitando – condenó enojada – Cada vez que he ido a verte a tu casa no estabas. Y con los chicos tampoco así que solo quedaba una opción: Sana. Si no has estado con ninguna chica estos días, ¿por qué has estado tan desaparecida?
Porque no soporto verte con esa buitre rondándote a la espera de que caigas en sus garras, quiso gritarle Lisa. Pero no dijo eso, sino que intentó disimular hablando de lo atareada que estaba con el nuevo semestre. Caminaron y charlaron como solían hacer. Y Lisa recuperó la seguridad en sí misma. Jennie seguía siendo su chica. No es que ella no quisiese nada más que su amistad, pero no le gustaba pensar que podía perderla. Y tenía que admitir que tampoco le gustaba tener que compartirla. Era una amiga celosa, pero solo una amiga.
- ¿Y tú? – preguntó evitando su mirada - ¿Cómo has estado estos días? – no quería saberlo, pensó ¿por qué le había preguntado? Ahora le hablaría de lo enamorada que estaba de Rosé y ¡no quería escucharlo!
- Bien – respondió con desgana - ¡como siempre!
Lisa sabía que ella era muy reservada. En tantos años nunca le había hablado de ningún sentimiento o atracción hacia ninguna persona. Pero no pudo evitar sonreír de pura felicidad al no verla emocionada y saltando de alegría por esa tipa, como todos habrían hecho. Probablemente sí estuviese interesada. Seguramente se estaría muriendo por ella en sus adentros. Pero todo eso le daba igual, porque si no lo decía no era real. Mientras ella no admitiese que sentía algo por otra, por alguien, se rectificó, ella no consideraría que dicho sentimiento existiese.
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Amigas Desconocidas || ᴊᴇɴʟɪꜱᴀ ||
RomanceLalisa Manoban era una chica guapa, seductora e inteligente. La mujer perfecta, que toda mujer desearía. Y lo sabía. Se había encargado personalmente de que todas ellas se lo confirmarán. No había fémina que se le resistiese. Aunque dulce y atenta c...