Capítulo 15. ¡Eso no lo hace una hermana!

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Jennie estaba algo disgustada. El domingo por la noche hubo muy poca gente, de sus conocidos, en el local. Sabía que era debido a la fiesta de puertas cerradas. Ella le advirtió a su jefe de las consecuencias que conllevaría, pero se cegó por la fortuna de Rosé. No podía culpar a su novia por ello. Pero estaba furiosa y frustrada. Tenía que hacer algo para que sus clientes habituales se sintieran especiales y supiesen que las puertas de "Empire" siempre estarían abiertas para ellos.

- ¿Qué te ocurre preciosa? - preguntó Rosé preocupada por el ensimismamiento de ella, mientras jugaba con su pelo.

- Nada. Y me estás haciendo nudos en el cabello - protestó irritada.

- Sigues pensando que por mi culpa has perdido a tus clientes ¿verdad? - espetó con tristeza.

- No, claro que no - dijo Jennie apresuradamente levantándose de su regazado para mirarle a la cara - Tú no tienes nada que ver. Es simplemente que no se me ocurre ninguna manera de llamar su atención de nuevo - explicó frunciendo el ceño.

- Seguro que se te ocurrirá algo - afirmó Rosé apretándola contra ella. Le acarició el pelo y trasmitió toda la serenidad que ella no tenía.

...

Lisa se había relajado un poco. Pasó la noche pensando las cosas con tranquilidad. Había sido absurdo su comportamiento. Quería mucho a Jennie pero no le importaba con quien anduviera. Le preocupaba porque era su amiga pero tampoco había que hacer un drama de ello.

Tras las clases se dispuso a ir a los jardines, como siempre, los chicos estaban bajo el árbol de siempre, y junto a ellos se veía a un bulto que sino fuese porque las reconoció, habría sido imposible pensar que eran dos personas. Jennie estaba sentada en el regazo de Rosé, con la cara hundida en su pecho, mientras ella la acariciaba y le besaba el pelo a intervalos. No le molestaba, se dijo Lisa y fue al encuentro de los demás.

- Hola chicos - dijo Lisa haciéndose hueco - ¿De qué hablaban?

- ¿De qué otra cosa podríamos hablar? - señaló Taehyung con desgana - De la pareja del momento que ha extrañado a todos.

- No pegan para nada – afirmó Sana mirando con una mueca de desagrado hacia Jennie y Rosé.

Lisa siguió escuchando los comentarios y criticas despectivas sin hacer mucho caso, mirando como su amiga despeinaba y reía a carcajadas con su novia. No eran una pareja real, pensó Lisa. Más bien parecían dos hermanas gemelas vestidas igual. Lo único que las diferenciaba era el pelo largo de ella. Rosé tendría que estar con una chica más coqueta, seductora, del tipo que a ella le gustaban. Y Jen... con nadie, se dijo tajante. Ella no era de ir tras de un novio. Era evidente. Más que unos tórtolas parecían dos hermanas peleando en broma. Observó como ella le daba la espalda y Rosé comenzaba a darle un masaje en los hombros. Lisa le había dado millones. Eso no significaba nada. Observó como ella bajaba las manos por su espalda y las introducía bajo la camiseta. Jennie se tendió sobre su pecho y recostó la cabeza sobre un hombro de ella. No importaba que la camiseta fuese ancha, se sabía que Rosé estaba acariciándole el vientre a Jennie ¡Eso no lo hacía una maldita hermana!

Lisa sin saber que emoción le embargaba, se levantó dejando a todos con la palabra en la boca. Sin dar explicaciones ni despedirse caminó hasta el aparcamiento, pensando en la imagen que había visto. Estos días se había percatado de que ella era guapa. Y le había costado admitirlo. Pero nunca se planteaba que debajo de la ropa de hombre hubiese un cuerpo de mujer. Sabía que era una mujer. Era evidente que sería delgada. Pero la manera en la que Rosé admiraba su cuerpo decía que había mucho más de lo que se podía apreciar ¿Tendría un cuerpo bonito? Se maldijo y golpeo con rabia el aire, sorprendiendo a todos a su alrededor. No podía pensar en esas cosas. Pero entonces otra idea pasó por su mente o más bien se repetía, martilleándole el cráneo. "Rosé admiraba su cuerpo". Eso quería decir... ¡La habían engañado! Ella conocía el cuerpo de Jennie perfectamente. Estaba claro que la había visto desnuda y ella no tenía reparos en que la tocase ¡Mierda! En ese momento tenía claro cuales eran sus emociones: rabia, ira y frustración. Jennie le había mentido y esa tipa se había aprovechado de ella... ¡La mataría!

Amigas Desconocidas || ᴊᴇɴʟɪꜱᴀ ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora