Capítulo 21. La había perdido

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Lisa estaba aún en la cama aunque era mediodía, rezando para que cuando abriese los ojos ella estuviese allí. La había escuchado entrar en la habitación como casi todos los domingos de su vida. Lo normal era que se tirase sobre ella para despertarla y fastidiarla hasta que ella a regañadientes se levantara. Pero no lo hizo.

Ella esperaba impaciente el contacto, pero no llegaba. Temió que no fuese ella. Pero al sentir un pequeño movimiento del colchón supo que se había sentado junto a ella, y reconoció su fragancia al instante. Deseaba que ella lo despertase como hacía siempre ¿Por qué no lo hacía? se preguntó Lisa asustada.

Entonces entendió que algo le pasaba. Se incorporó sin ningún esfuerzo por disimular que estaba despierta y la miró. Jennie estaba sentada a los pies de la cama, con el pelo suelto y alborotado sobre sus hombros y la cabeza agachada. Lisa tragó saliva con dificultad, se parecía demasiado a muchos de los sueños que había tenido esa misma noche. Sus ondas castañas eran perfectas y brillantes, hacían que desease hundir sus manos en ellas y perderse.

Se puso de rodillas sobre la cama y gateó suavemente hacía su amiga, que le daba la espalda. Se asomó entre las cortinas de su pelo, esbozando una sonrisa. Pero palideció al instante al ver que Jennie tenía los ojos rojos, probablemente de llorar.

Lisa alarmada, angustiada y preocupada, se tiró de la cama, cayendo de rodillas frente a ella. Se colocó entre sus piernas y acunó con suavidad su rostro, borrando con la caricia de sus pulgares el rastro seco de las lágrimas.

- ¿Qué te ocurre? ¿Tus padres? - preguntó Lisa ansiosa - ¿Te pasa algo a ti? - recorrió con manos nerviosas sus brazos y rostro, para cerciorarse que estaba bien - ¡Respóndeme por Dios! - ordenó impaciente.

Jennie no pudo hablar. Un nudo en la garganta ahogaba cualquier intento. Solo pudo negar con calma. Fijo de nuevo la mirada en el suelo para evitar echarse a llorar de nuevo. Ella no acostumbraba a llorar por nada. No sabía por qué no había dejado de hacerlo esa noche. Sí, sí lo sabía ¡La había perdido! se recordó Jennie mientras se ahogaba en un sollozo.

Lisa no soportaba verla así. Se sentó junto a ella y la abrazó muy fuerte, trasmitiéndole todo su amor. Y cuanto más cariño le mostraba más gemía y lloraba ella. No entendía que le pasaba y se lo hizo saber.

- Jennie, por favor - dijo Lisa retirándole el pelo de la húmeda cara - dime qué te pasa - suplicó temerosa.

- ¡Nada! - consiguió decir Jennie mientras se separaba de ella - Es solo que tengo un día tonto - bromeó con una sonrisa mientras se secaba las lágrimas con el dorso de la mano.

- Puedes confiar en mí. Y si no lo haces... - suspiró dolida - Puedes llamar a Jisoo para que te consuele. Pero no quiero verte así - le aseguró acariciándole la mejilla.

Tan tierna, pensó Jennie. La iba a echar tanto de menos. No solo se preocupaba por ella, sino que haría cualquier cosa por verla bien. Incluso, dejaría que ocupasen su puesto si eso la ayudaba. Jennie no pudo evitar mirarla con ternura, besó la palma de la mano que le acariciaba el rostro y suspiró frustrada. No quería que eso acabase. Tenían la relación perfecta. No deseaba que acabase por nada del mundo.

- Es... solo que... - intentó decir Jennie para reconfortarlo - ¡Rosé y yo hemos terminado! - exclamó rápidamente al recordarlo.

- ¿Qué? ¡Cerda! ¿Qué te ha hecho? - preguntó Lisa furiosa - Si te ha hecho daño ¡la mató! - afirmó levantándose con brusquedad.

- ¡Claro que no! Hemos terminado bien - explicó, tirando de ella para que se sentase de nuevo - Estábamos mejor como amigas, y así lo hemos decidido.

- ¿Ella te ha dejado? - interrogó aún incrédula.

- No, fui yo la que la dejó anoche - informó Jennie triste al recordarlo - ¿Me abrazas muy fuerte? - pidió haciendo pucheros.

Lisa no se podía resistir a esa carita. Nunca lo había hecho. Olvido su enfado y la cogió en brazos, sentándola sobre sus piernas y apretándola contra su pecho. Su Jennie estaba mal y no sabía por qué. Pero no dejaría que sufriese. La tendría ahí, muy cerquita de, para protegerla de todo y de todos.

Ella se sentía segura y feliz. Estaba justo donde quería estar. En los brazos de Lisa. Y ese mismo hecho la hizo sobrecogerse de nuevo.

La noche anterior cuando acabó de trabajar e iba de camino a su casa caminando al lado de Rosé, le comentó a esta lo que opinaba de su relación.

- ¿Quieres terminar? - le había dicho ella - ¿Por qué? ¿Qué ha pasado en la oficina? - le había preguntado suspicaz.

Había sido sincera y le había contado todo lo sucedido. Ella aunque herida en su amor propio, le había agradecido la sinceridad. Y al igual que ella le dio su opinión.

- Era de esperar - le había dicho Rosé con serenidad - Tarde o temprano acabarían dándose cuenta - había afirmado con rotundidad - ¡Son mucho más que amigas! Solo hay que verlas para saber lo mucho que se necesitan.

En cualquier otro momento Jennie habría protestado y dicho que esa necesidad la tenía por todos sus seres queridos y no lo hacía más especial que cualquier otra persona. Pero esa noche no. Sabía que lo que decía era la verdad. Necesitaba a Lisa más de lo justificable. Había creado una doble vida para no alejarla de ella. Permitía y se reía de todas sus conquistas porque sabía que ninguna era una amenaza. Pero tenía que reconocer que se consideraba especial para ella.

Pero esa noche no lo fue. La besó como habría besado a miles. La hizo estremecerse y la abandonó como a las demás. No fue especial. Y se suponía que ni siquiera había sido ella. Lo que era aún peor. Lisa jamás la vería como otra cosa que una amiga. Ella se había encargado de que así fuese. Pero era consciente de que en breve todo cambiaría. En cuanto acabase la universidad en pocos meses las niñerías de la doble vida tendrían que acabar. Y Lisa se enteraría de todo. Así lo había decidido Jennie, justo en el momento en el que Rosé la había destrozado con la frase que no podía sacar de su mente.

- Tienes una cuenta pendiente. Hasta que no cubran la curiosidad que tienen la una por la otra será imposible que sean simples amigas - le había dicho Rosé como despedida.

Sabía que Rosé sería una buena amiga, ya que la confianza que había creado como pareja sería una buena base. Era posible que tuviese razón y que la incomodidad que veía últimamente en la cara de Lisa fuese eso, "curiosidad". Ella misma le había reconocido que le resultaban extraños los gestos femeninos en ella. Así que puede que al saber cómo era ella en realidad no quisiese volver a saber nada de Jennie.

Con el pensamiento de perderla para siempre, el recuerdo del beso robado y la sensación de que todo iba a cambiar entre ellas había llorado sin cesar durante las pocas horas en las que se permitió descansar.

- Lisa - la llamó Jennie volviendo a la realidad - si algún día yo hiciese algo que te enojase o que tú no... ¡Ahm! Quiero decir, que si nos peleásemos por algo, nosotras... - no fue capaz de decirlo en voz alta. La simple idea de que no la perdonara o de que dejaran de ser amigas era demasiado dura como para decirlo en voz alta.

- Siempre me tendrás a tu lado - contestó Lisa leyéndole la mente.

Lisa no sabía que le ocurría. Pero sabía que no estaba bien. Estaba nerviosa y triste. Temblaba entre sus brazos y se aferraba a ella como si temiese que se le fuese a escapar. No tenía ni la menor idea de lo que le sucedía pero no pudo evitar contagiarse del mismo temor ¿Había pasado algo que las pudiese separar? ¿Se habría dado cuenta que últimamente la miraba de otra manera?

Lisa la buscó con la mirada, asustada de sus pensamientos y la vio somnolienta, con los ojos cerrados y la cascada castaña de pelo cayendo sobre su hombro, aferrada a su pecho. No podía perderla por una insensatez. Se había dado cuenta de lo mucho que significaba para ella y no la iba a dejar marchar por una tontería. Podía controlar sus impulsos sexuales, se dijo Lisa. Al fin y al cabo la noche antes había pasado el momento más erótico de toda su vida y ella no podía compararse con aquella desconocida. Aunque esa sexy chica jamás sería igual de especial que Jennie...

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Adivinen quien tiene depresión post-concierto?😔 Help como quito el vació de que hace una semana y media vi a las pinks en persona y continuó con mi vida? Jajajaja😭

Bueeeeno, mientras descubro como sigo con mi vida, aqui les dejo otro cap.. Gracias por tenerme paciencia💗 ya casi termina el semestre soo.. espero darles actualizaciones más seguido

Espero nos leamos pronto, hasta el siguiente cap🫰

Amigas Desconocidas || ᴊᴇɴʟɪꜱᴀ ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora