Capítulo 9. Dulce y Cariñosa

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Jennie estaba asimilando lo que acababa de decirle Eunwoo, "Dos tipas nos observaban desde la esquina". Estaba claro que se trataba de Lisa y Rosé. Habían seguido a la pobre Jisoo después de haberla puesto de los nervios con preguntas. ¡Mierda! Un problema más que añadir a la lista.

Ella no era de las que se paralizaban ante las dificultades, ni mucho menos huía de ellas. Así que levantó la mirada del suelo, dibujo una sonrisa y caminó hacía ellas.

Dio gracias al torpe chico que trajo los cafés por haberle derramado el chocolate sobre la blusa y así poder verse como solía vestir frente a sus amigos. Hizo una mueca de descontento. No, no le daba gracias. Le había costado una fortuna la blusa y el chocolate estaba caliente. Se evadió de sus pensamientos y se dirigió a sus amigas con la mayor serenidad y normalidad que podía observarse.

- Hola ¿Qué hacen por aquí? – dijo en tono de saludo más que de curiosidad. Sabía lo que hacían, no necesitaba preguntar.

- Íbamos de camino a casa... – se interrumpió Lisa pensando que no podía decir que iba a su casa ya que Jennie sabía de sobra que no estaba en esa dirección – ¡de Rosé! – concluyó satisfecha de su rápida recuperación.

- ¡Ahh..! – se limitó a decir Jennie con una tierna sonrisa. Como si fuese a tragarse semejante estupidez, pensó ella.

- ¿Y tú? ¿Qué haces por acá? – intervino Rosé.

- Trabajo aquí – confesó Jennie – Mañana hay una importante fiesta privada y necesitaban mucha ayuda para limpiar, montar, recoger y acarrear trastos – sonrió relajada por lo sincera que sonaban sus propias palabras. Que mentirosa podía llegar a ser. Y que orgullosa estaba de ello. Había conseguido tantas cosas gracias a su inventiva que no podría renegar de ella jamás – Ustedes saben – continuó relajadamente – Para echar una mano y ganarme un dinerito extra. Como Jisoo trabaja aquí... me ha conseguido el trabajo.

- ¡Oh! – intentó fingir sorpresa Lisa – ¿Tu amiga trabaja aquí?

- Sí. Mi amiga, a la que han interrogado y asustado con preguntas tontas, trabaja aquí. Aunque imagino que lo habrán deducido al seguirla – dijo sin dar importancia a la acusación. No pudo evitar una oleada de satisfacción al verlas palidecer y de inmediato ponerse nerviosas.

- Nosotras no... – incapaz de mentir Lisa se calló. Y Rosé seguía su ejemplo desde antes.

- Si querían conocer a mi amiga solo lo hubieran dicho. No hacía falta que la acosaran.

Jennie sabía de sobra que ese no era el motivo de las preguntas ni de que la siguiesen. Pero había conseguido dar una excusa, librarse de dar más explicaciones y además, de camino, las había hecho sonrojar. Cuando era mala, era la mejor. Y ¡Cuánto se divertía! Pero tenía que ser cauta y no le convenía hablar del tema. Por eso, que ella misma fuera la que dio una excusa para la conducta de ellas resultó una buena idea. No creía que fuesen capaces de inventar nada creíble. Seguro que acabarían diciendo la verdad y eso le haría seguir hablando del motivo por el que ella está allí o su amistad con Jisoo. No le convenía. Pero estaba claro que sus amigas estarían demasiado ocupadas pensando si rectificarla o seguir la farsa, como para ocuparse de otra cosa.

Lisa se había quedado perpleja con el comentario de su amiga. Había sido un alivio saber el motivo por el que estaba allí pero cuando hizo constar que sabía el motivo por el que estaban paradas en esa esquina, quiso un hueco donde meterse y morir de vergüenza. Por suerte ella pensaba que era para espiar a la tal Jisoo. Pensó en desmentirlo pero rectificó rápidamente. Si ella pensaba mal no era culpa suya. Ella no le había mentido, había sido Jennie la que había hecho malas deducciones. Sonrió satisfecha de no encontrarse en aprietos.

Amigas Desconocidas || ᴊᴇɴʟɪꜱᴀ ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora