13.- Intimidación
Desde el establecimiento del Palacio del Agua, se había establecido también una rivalidad no dicha entre los oficiales de dicho palacio con los oficiales del Palacio de la Tierra. Oficialmente, ni Ming Yi ni Shi WuDu hacían nada uno contra el otro, pero tampoco habían frenado los ocasionales dimes y diretes entre sus subordinados.
De ese modo, cuando dos oficiales del Palacio de la Tierra vieron pasar a Shi MingJing por la Gran Avenida Marcial, no fue difícil para ellos decidir ir a molestarlo. Ambos susurraron uno al otro mientras se acercaban, comenzando a empujarse entre sí como si estuvieran jugando, y cuando estuvieron justo al lado de Shi MingJing uno empujó al otro con el objetivo de tirar al muchacho. Grande fue su sorpresa cuando Shi MingJing hizo un rápido desplazamiento hacia adelante evitando el empujón con lo que el chico que estaba a su lado cayó al suelo estrepitosamente.
—Bastardo —masculló el oficial que quedaba de pie y se abalanzó sobre su objetivo, siendo frenado por un latigazo que le recorrió el rostro.
—Tal vez sea ciego, pero eso no quiere decir que esté indefenso —dijo Shi MingJing sujetando un látigo.
El oficial que había golpeado lanzó un talismán, al mismo tiempo Shi MingJing le lanzó una serpiente que se tragó el talismán y se prendó directamente del rostro del hombre. Unos pasos apresurados le indicaron que la otra persona se abalanzaba sobre él y solamente pudo retroceder para esquivar el ataque, el oficial intentó atacar nuevamente pero fue frenado por otro hombre, cuya voz suave se filtró en los oídos de Shi MingJing.
—Deberían sentirse avergonzados de atacar a una persona ciega —dijo.
—Mire lo que hizo con mi compañero —dijo el oficial.
—Ustedes me molestaron primero —dijo Shi MingJing.
—Puedo atestiguar que el joven solo se estaba defendiendo.
Los dos oficiales se fueron refunfuñando y el joven se acercó a Shi MingJing, preguntando:
—¿Te acompaño? Mi general suele visitar seguido al señor del Agua, estoy familiarizado con el camino.
—Te lo agradezco —aceptó Shi MingJing caminando a su lado—. ¿Eres uno de los oficiales del general Pei?
—Sí, mi nombre es...
—¡Xuan Mingyu!
Shi QingXuan se lanzó hacia el joven dándole un abrazo que fue correspondido.
—Que gusto verte, QingXuan —dijo Xuan Mingyu.
Cuando Shi QingXuan recordó las cosas de sus vidas pasadas, decidió que no iba a ser la paloma indefensa que cayó en la trampa que le costó la vida a su hermano y pidió a su hermano que le pidiera ayuda a Pei Ming. No le agradaba Pei Ming, pero era el único que les ayudaría sin preguntar demasiado al respecto. Y así fue como conoció a Xuan Mingyu, quien se convirtió en su amigo. Después, cuando llegó Xie Lian, Shi QingXuan pudo entrenar con él para afinar sus habilidades, fue así como pudo sobrevivir el periodo en soledad luego de su destierro. Se había fracturado dos extremidades, pero no por causa de su estupidez sino por un desafortunado giro del destino.
Pei Ming, Ling Wen y Shi WuDu salieron del palacio al escuchar alboroto y cuando supieron lo sucedido, el dios del agua estuvo a punto de armar un alboroto.
—Esos idiotas, ¿cómo se atreven? —replicó Shi WuDu—. Pero Ming Yi me va a oír.
—Deja que me haga cargo —dijo Ling Wen—. Su Alteza no lo pasará por alto.
—No es nada, en serio —dijo Shi MingJing—. No nos conviene hacer esto más grande.
Sobre todo porque le había arrojado una serpiente venenosa a uno de ellos. Y fue por esa razón que Shi WuDu le reclamó a Ming Yi el ataque sufrido por su hermano, de ese modo el dios de la tierra no podría usar el incidente a su favor.
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La profecía de los tres hermanos
FanficEn su primera vida, uno de ellos murió antes de que pudieran saber de su destino. En su segunda vida, estuvieron a punto de destruirlo todo. Ahora, en su tercera vida, los tres hermanos separados tienen la oportunidad de reunirse, pero cuando vuelv...