La profecía de los tres hermanos

Capítulo 3

3.- Retazos fugaces de otra vida

Shi Mei supo que algo andaba mal en el momento que recibió "MingJing" como nombre de cortesía. Los primeros días después de su nombramiento comenzó a tener sueños extraños en sitios que no reconocía y que, estaba seguro, nunca había pisado. Incluso vio a gente que jamás había visto... pero le sorprendió darse cuenta que los reconocía a todos. El primer día, vio a sus padres. El segundo día, vio a sus hermanos. Y a partir del tercer día comenzó a ver una vida llena de lujos y amor... que terminaría bruscamente con un accidente marítimo en el que esa vida llegó a su fin.

Conforme los días pasaba, y él seguía las instrucciones de Hua BiNan para seguir su plan de abrir la puerta del inframundo, los recuerdos fragmentados de una segunda vida comenzaron a aparecer, recuerdos sangrientos de una existencia rodeada de odio, ambición y obsesión que se le hicieron dolorosamente familiares hasta tener un fin violento.

Ahora, cuando ya todo había pasado y él se dedicaba a ser un sanador sin nombre ni secta, los sueños de su fugaz primera existencia. Más concretamente, recordó a esos dos hermanos mayores que estaban a su lado: recordó al primero hermano, serio y estricto, y recordó al segundo hermano, que era todo lo contrario y a quien debía tratar como una señorita. Recordaba cómo se las arreglaba con él para arrastrar al mayor a sus juegos.

Los sueños se detuvieron cuando recordó su primera muerte.

¿Por qué de repente pensaba en esas cosas?

— Tal vez...— se dijo a sí mismo en voz baja mientras andaba por una pequeña ciudad—. ¿Y si ellos están aquí?

No aquí, en la misma ciudad, claro. Se refería a que hubieran reencarnado y estuvieran en esta vida, con él, y pensar en eso le hizo recordar a su hermana en esta vida, Mu Yanli; sabía que ella había muerto al convertirse voluntariamente en uno de los escalones de la escalera de muertos que llevaría a término la primera técnica prohibida, y lloró su muerte al confirmarlo. Tal vez ella hubiera estado de acuerdo con Hua BiNan, pero seguía siendo su familia.

Solo que él le había dado la espalda a su identidad como Hua BiNan: ahora era solo Shi MingJing, el médico del pico SiSheng, el joven que dejó ir a su Shizun y que ahora vagaba sin rumbo ayudando a otros en un intento por redimirse de sus acciones pasadas. Trataba de salvar vidas como si así pudiera compensar las vidas perdidas.

Pensar en los hermanos que había tenido, pensar en la posibilidad de poder encontrarlos ahora... le daba algo de alegría pensar en que podría convivir con ellos nuevamente. Esta vez no se alejaría de ellos. Pero luego negó con la cabeza, era un vagabundo ciego y estaba solo, ¿cómo iba a encontrarlos? ¿Cómo iba a reconocerlos? Tal vez, por mucho que buscara, no los encontraría nunca.

Ignoraba que estaba a punto de encontrarse con uno de ellos.