Capítulo 18

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18.- Información

Ling Wen se plantó frente a los oficiales que custodiaban el palacio del Agua. La diosa llevaba una túnica blanca en sus brazos y un pequeño frasco de medicina.

—Tengo permiso expreso de Su Alteza para visitar a los prisioneros —dijo—. El oficial a cargo del palacio está enfermo y necesito entregarle esto.

Los dos oficiales que montaban guardia se miraron uno al otro y en ese momento se acercó otro oficial, que respiró hondo recuperando el aliento y dijo:

—El general Xuan Zhen dijo que puede pasar.

Solo entonces los guardias se apartaron para dejar pasar a la dama y ella entró al palacio sin encontrar mayor resistencia. Una vez en el interior, Ling Wen se dirigió a una de las habitaciones y tocó la puerta. Shi WuDu se asomó y abrió completamente la puerta al ver a su amiga.

—Ling Wen, no esperaba que te dejarán entrar —dijo—. Pasa.

—Su Alteza envía esto —dijo Ling Wen entregándole el frasco mientras entraba a la habitación—. Él está investigando la muerte de Xuan Mingyu.

—¿Por qué?

—Porque, al igual que yo, está seguro de que ustedes no tienen nada que ver.

El semblante ceniciento de Shi QingXuan se iluminó al escucharlo.

—¡Sabía que Su Alteza no nos abandonaría! —exclamó.

El dios del viento le había dado vueltas al asunto desde su encierro, y había llegado a la conclusión de que esto era temporal, para que Su Alteza pudiera investigar libremente al respecto. Lo único malo fue que su hermano menor había tenido una recaída y su estado era grave. Las píldoras refinadas con esencia fantasmal le ayudaban, pero su reserva se había acabado. Ling Wen dirigió la mirada a Shi MingJing, que estaba recostado en la cama, y se acercó a él, cubriéndolo con la túnica. Al ver las expresiones confundidas de los dos mayores, la diosa dijo sucintamente:

—Es el Brocado Inmortal. Su energía demoníaca servirá para mantenerlo estable.

—Gracias, Ling Wen —dijo Shi QingXuan.

Ling Wen asintió hacia Shi QingXuan y se dirigió a Shi WuDu, diciendo:

—Investigué lo que me pediste. La profecía es real.

—¿Qué encontraste? —preguntó Shi WuDu.

—Existen registros de una antigua profecía que señalan un sitio en la frontera, tan alejado que no hay muchos registros del lugar. Esta profecía dice que tres hermanos tienen destinado encontrar este lugar, pero solo uno de ellos puede decidir qué hacer con el poder demoníaco que hay allí. Mientras el vaticinio no se cumpla, estos hermanos revivirán una y otra vez hasta que den con el sitio y reclamen ese poder.

Shi WuDu se llevó una mano al mentón con gesto pensativo y Shi QingXuan frunció el ceño. Por supuesto, eso explicaría que hayan revivido no una, sino dos veces, y que además fueran capaces de recordar esas dos vidas pasadas. Si podían encontrar ese sitio, podrían salvar a su hermano; pero para eso primero tendrían que salir de la capital celestial y, en ese momento, sería algo difícil.

—¿Sabes dónde se encuentra ese lugar? —preguntó Shi WuDu a Ling Wen.

La diosa negó con la cabeza, pero en ese momento Shi MingJing intervino con voz somnolienta.

—Yo sé dónde está.

Después de todo, en su segunda vida él había dado con ese lugar y lo había sellado nuevamente. Ling Wen sonrió y se despidió, diciendo sucintamente:

—Esperen un día más, tenemos un plan.

La profecía de los tres hermanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora