27.- La segunda sala
Se produjo un leve temblor cuando los dos hermanos entraron al otro recinto. Shi WuDu volteó hacia atrás con preocupación, la cual se convirtió en sorpresa, y dijo:
—La barrera que cruzamos se acaba de fragmentar.
—No creo que se trate de una buena señal —dijo Shi QingXuan, riendo con nerviosismo. Sus carcajadas se hacían más estridentes conforme la ansiedad se apoderaba de él.
—QingXuan, cálmate. Debemos estar concentrados.Shi QingXuan respiró hondo, tratando de serenarse, y los dos siguieron su camino por la sala. Era una copia del sitio que habían dejado atrás, y la sensación de deja vu se apoderó de ambos conforme avanzaban; la quietud del lugar era tal que les ponía los pelos de punta, de tal modo que cuando el primer ataque ocurrió, se sintieron aliviados de que la tranquilidad opresiva hubiera acabado.
—Sigue adelante —dijo Shi WuDu al ver a He Xuan—. Yo debo enfrentar esta prueba.
—No mueras —dijo Shi QingXuan, alejándose rápidamente.
—No tengo planeado hacerlo.Ming Yi apareció al lado de He Xuan, y Shi WuDu sonrió con burla.
—Entonces tenía razón —dijo—. Ustedes dos están coludidos.
El dios del agua desplegó su abanico con una mano, mientras que la otra aferró el mango de su espada, esperando. He Xuan y Ming Yi atacaron al mismo tiempo, uno dirigiéndose a la derecha y otro hacia la izquierda para cubrir los dos flancos de su oponente en una encrucijada que le impediría escapar. Shi WuDu hizo girar el abanico entre sus dedos con lo cual arrojó un remolino de agua hacia He Xuan, al tiempo que de un solo movimiento desenvainó la espada y atajó el golpe que Ming Yi le había lanzado con la pala, aprovechando el impulso para deslizarse entre los dos y salir de su encerrona. Con un aspaviento de la mano, redirigió el ataque de He Xuan a Ming Yi para bloquear la visión de ambos mientras se alejaba lo suficiente para no sufrir daño.
Se produjo otro temblor, y la barrera fragmentada finalmente se rompió. Shi MingJing cruzó la barrera lanzando un latigazo que Xue Meng atajó con el sable mientras Mo Ran se lanzaba sobre él, usando esta vez una espada de hoja negra. La serpiente escorpión se movió con rapidez, mordiendo a Mo Ran en un brazo mientras su cola se enroscaba en el otro como si quisiera evitar que su nuevo maestro fuera herido.
—¡Vuelve! —exclamó Shi MingJing, extendiendo el brazo, y la serpiente se enroscó en su muñeca en el momento que Mo Ran caía al suelo.
—¿Qué has hecho? — exclamó Xue Meng.
—Lo ha envenenado —dijo He Xuan, sombríamente.Nuevamente la tierra volvió a temblar dejando a la vista un barranco, y en ese momento alguien saltó al fondo.
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La profecía de los tres hermanos
FanfictionEn su primera vida, uno de ellos murió antes de que pudieran saber de su destino. En su segunda vida, estuvieron a punto de destruirlo todo. Ahora, en su tercera vida, los tres hermanos separados tienen la oportunidad de reunirse, pero cuando vuelv...