Jimin
Arrastrado de su prisión, atado en grilletes nuevos para sus muñecas y tobillos, y tirado en una oscura caverna sin ventanas, Jimin no podía hacer nada para detener lo que sucedía. Por unos torpes y extraños segundos, se quedó de pie desnudo y temblando en la oscuridad.
Algo retumbó, haciendo relucir las húmedas rocas de la pared. Miró hacia arriba y encontró una reja en el techo. Similar a la que cortaba la planta de sus pies. Tuvo un momento para preguntarse para qué eran esas rejas cuando un torrente de agua entró a raudales, haciendo que cayera de rodillas. El shock le robó el aliento. El pánico rasgó su pecho. Hundió sus dedos en la reja y cerró sus ojos con fuerza.
Solo es agua.
No estaba muriendo, pero por Alumn, se sentía como si así fuera. El fuerte chorro de agua entró en incontables cortes y escurrió por su piel, quemando como ácido. Apretó sus dientes en contra del ataque violento y solo respiró.
Dentro y fuera. Dentro y fuera. No estaba muriendo. No estaba muriendo.
El agua dejó de fluir, dejándolo jadeando y lamentable. Antiguas heridas se habían vuelto a abrir, derramando ríos de sangre por sus brazos. Su muñeca rota palpitaba al compás de su corazón. El agua podía haber limpiado el trabajo de Ojo Rojo, limpiado cualquier próxima infección. Era algo bueno. Sí, algo bueno... Si estaba siendo limpiado eso probablemente significaba que sería libre de la prisión y libre de la interminable oscuridad... solo para encontrar una nueva oscuridad en la cama de ella.
Los guardias lo recogieron y lo dirigieron a unos corredores intrínsecos. Las antorchas calentaron su piel mientras pasaba debajo de ellas. Pero sufría por sentir luz real, la luz del sol. Si no la veía pronto, o sentía la vida de la tierra debajo de sus pies, todo esto sería por nada. Moriría con tanta seguridad como lo hace una rosa que es cortada. ¿Ellos lo sabían? ¿O no habían dejado vivir a ningún elfo en cautiverio lo suficiente para saber que él necesitaba el aire, la tierra, la luz, para que su corazón siguiera latiendo?
El reto de subir unas escaleras en espiral casi lo hicieron caer de rodillas por segunda vez. El firme agarre de los guardias en sus cadenas lo mantuvieron de pie y en movimiento.
Una vergüenza, débil, quebrado. Viviría con esos sentimientos y los usaría, convirtiéndolos en energía para pelear. Pero solo si pudiera sentir el sol otra vez y pronto...
—Cúralo. —El guardia le tendió su cadena a la mujer. Jimin parpadeó en su dirección, preguntándose si ella era real o algo que su mente había creado.
Ella inclinó su cabeza y lo llevó hacia la enorme chimenea sin decir una sola palabra. El fuego traqueteó y bailó en la parrilla. Con cada paso más cerca, el calor empapó en su piel, hundiéndose en sus huesos
—Ahí no —gruñó el guardia. No se había ido, seguramente asumiendo que Jimin trataría de liberarse de sus grilletes ante la primer oportunidad que tuviera. No estaba equivocado, aunque Jimin dudaba que hubiera llegado lejos, por lo débil que se encontraba.
Mantén tus fuerzas. Las necesitarás , el príncipe le había dicho. Pretendía tomar en cuenta el consejo ahora que estaba fuera de ese horrendo hoyo negro.
—Será más fácil tratar las heridas si no está temblando. —señaló su nueva chaperona.
El guardia gruñó y la mujer siguió llevando a Jimin hacia el fuego. El humo de la leña y el crepitante acompañamiento de fuego hicieron que sus pensamientos se fugaran a donde el bosque se extendía y lo llamaba y la tierra era suave. Se aferró a ese recuerdo de su hogar, envolviéndose en su calor mental como si el fuego lo cubriera en su verdadero resplandor. En su mente, era libre y corría, y Damhee estaba ahí, riendo por algo que él había dicho o hecho.
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Elfo Y Dragón #1 Kookmin
DiversosPark Jimin es un elfo criado y entrenado por la Orden para matar a la reina dragón y a todos los dragones que su espada pueda alcanzar, pero entonces se encuentra con el príncipe Jungkook Amatista un dragón diferente a los de su especie que lo hará...