Wanda Maximoff es una arquitecta heredera y CEO de Maximoff Corp, una mujer con un estatus muy alto, multimillonaria, sexy y con todo lo que alguien pudiera desear, una mujer bastante seria que le gusta controlar todos los aspectos de su vida pero...
-¿Qué es lo que te pasa?-. Preguntó Aubrey mientras yo pasaba mis manos por mi cabello dejando de ver la pantalla de mi laptop.
-Al parecer no me di cuenta que necesito viajar está misma tarde a Los Ángeles por qué tengo una reunión con un inversionista importante que además quiere ver su diseño en 3D de su hogar sustentable que estábamos diseñando-. Dije un poco fustrada caminando hacía mi bar para servirme un poco de vodka.
-¿Y eso te tiene estresada? ¿Por qué? ¿No tienes ya el diseño en 3D?-. Preguntó Aubrey siguiéndome con la mirada mientras masticaba un chicle, ella está ahí muy cómoda sentada en uno de mis sofás.
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-Claro que si pero si lo olvidas, no he tenido tiempo para aprender a usar la nueva herramienta de 3D y el idiota de mi diseñador está enfermo, aunque no lo culpo por eso... Así que necesito a alguien que sepa mostrarlo sin que yo aurrine el trabajo ¿Sabes usarlo no?-. Pregunté arqueando mi ceja derecha en su dirección.
-No, además recuerda que está noche saldré a Francia a visitar a mi tía como te lo solicite desde hace tres semanas atrás-. Habló Aubrey haciendo que quisiera soltar un pequeño grito de frustración pero solo me aguante.
-Si, de acuerdo... ¿No tienes que estás en tu departamento para hacer las maletas?-. Pregunté yo tomando asiento de nuevo en el sofá de enfrente para averiguar que hacer.
-Si, mi amor... Estaremos separadas por dos semanas, te voy a extrañar ¿Me vas a extrañar?-. Preguntó haciendo esa voz bajita que provocaba que a veces me molestará un poco.
-Si claro que te voy a extrañar pero solo piensa en el buen tiempo que pasarás con tu familia ¿No crees? Tú tía será feliz de verte-. Aseguré yo dándole una sonrisa que ella devolvió rápidamente.
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-Si, tienes razón pero eso no quita que te extrañe-. Dijo acercándose a mi para tomar mi rostro entre sus manos para atraerme a un beso, uno que ella fue subiendo de tono pero la aleje un poco de mi.
-Aubrey, debes irte para que tomes tu vuelo ¿Ya compraste el boleto?-. Pregunté levantándome para traerle sus zapatillas.
-Si... Me costó por qué no habían tantos asientos vip, yo no iba a ir en un asiento con toda esa gente... Mugrosa-. Murmuró ella con asco y yo suspiré.
