Wanda Maximoff es una arquitecta heredera y CEO de Maximoff Corp, una mujer con un estatus muy alto, multimillonaria, sexy y con todo lo que alguien pudiera desear, una mujer bastante seria que le gusta controlar todos los aspectos de su vida pero...
-¿Y dónde más necesitas mi firma?-. Le pregunté a la secretaria que estaba sustituyendo a mi honorable secretaria que está de vacaciones.
-Solo una más aquí señorita Maximoff-. Murmuró la chica de cabello castaño, inclinándose un poco a mi lado.
Podía oler su perfume por lo cerca que estaba, no era un aroma delicioso, al contrario era demasiado... Floral que hacía que frunciera el ceño, no me gustaba que estuviera tan cerca de mi pero no dije nada ya que necesitaba firmar estos papeles rápido que tengo un día bastante ocupado.
-Hola, Wanda ¿Molesto?-. Preguntó una voz ronca y rusa que me encantaba.
-Hola, Tashka, no, pasa... ¿Algo más que firmar Aurora?-. Le pregunté a la joven quién negó con la cabeza para luego darme un guiño, tomo los documentos y luego se marchó meneando descaradamente las caderas.
-¿Qué demonios fue eso?-. Preguntó Natasha frunciendo el ceño y con un tono bastante molesto y celoso.
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-¿Que fue de qué?-. Pregunté alzando mi ceja derecha para recargarme mejor en el respaldo de mi asiento.
-Oh, no vengas con eso Maximoff, sabes lo que esa chica estaba haciendo, estaba coqueteando contigo, invadiendo tu espacio personal y pareciera que lo disfrutabas-. Gruñó ella dejando los documentos en mi escritorio para luego cruzarse de brazos.
-¿Estás celosa Nataska?-. Pregunté con diversión para luego morder levemente mi labio inferior.
-¿Celosa yo? Claro que no-. Dijo soltando un fuerte suspiro burlesco y yo reí en voz baja.
-Ven aquí Romanova-. Le dije haciéndole una seña con mi dedo índice para que se acercará a mi.
Natasha me miró por unos breves segundos para luego encogerse de hombros, camino rodeando mi escritorio hasta que estuvo a mi lado, yo no lo pensé mucho y la jale del brazo hasta lograr que tomara asiento en mis piernas, coloqué mi mano derecha rodeando su cintura y mi mano izquierda la pose en sus hermosas piernas mientras la miraba a los ojos.
-Aurora no estará aquí por mucho tiempo, además estaba pensando que el perfume que traía era bastante... Horrible, no debes preocuparte por ello-. Le dije con sinceridad dándole leves caricias a sus piernas suaves.
-Bien, aunque parecía que no te disgustaba, cómo sea... Tienes que firmar esos papeles y también quiero recordarte que no se te olvide la comida que tenemos está tarde, conocerás formalmente a mi hermana, esta un poco nerviosa por eso por qué vamos... Eres "la Wanda Maximoff" puede que tartamudee un poco pero aún así, te va amenazar-. Me aseguró dándome una de sus hermosas sonrisas ladeadas.
-No esperaba menos de tu hermana menor, me has dicho que es muy protectora contigo y estoy feliz de conocerla formalmente, entiendo perfectamente sobre su tartamudeo cuando se pone nerviosa por qué me los has dicho pero... Me aseguraré de que sepa que no quiero hacerte ningún daño-. Hablé con firmeza para luego mirar sus labios tan sensuales y carnosos.
