-32-

1.1K 128 134
                                    

Wanda Pov.

-Nombre de la persona que viene a ver-. Habló el oficial haciendo que lo mirará fijamente.

-Aubrey Plaza-. Dije con simpleza, entregando mi identificación.

Al hombre no le tomo mucho tiempo en hacer lo necesario para después indicarme por dónde debía entrar, me llevo a una sala donde habían varias mesas y sillas, algunos familiares ya estaban con sus reclusos, yo tome asiento ganandome algunas miradas pero no me importaba, en poco tiempo Aubrey llegó con aquel traje horrible, ella sonrió con alegría al verme y yo simplemente la mire con desinterés.

-¡Wanda! Sabía que vendrías, sabía que me amabas, lo que hice, lo hice por nosotras-. Aseguró tomando asiento enfrente de mi.

-No vine por qué quisiera verte Aubrey, por mi viviría sin verte nunca más pero es necesario que esté aquí, hay unas cosas importantes que debes saber y disfrutaré decirte-. Dije con voz fría y una sonrisa ladeada haciendo que ella tragara su propia saliva con fuerza.

-¿Qué pasa? ¿Me vas a sacar verdad? Esa perra tenía lo que merecía-. Murmuró y yo controle mis ganas de golpearla.

-Oh... Entonces aún no sabes las buenas noticias, bueno, te las daré yo, ayer mi novia le tocó volver a decir los hechos, de hecho... Conseguimos grabaciones de las calles por qué... Bueno, era una calle principal, encontraron a tu otro secuaz, lo dijo todo y tú ni siquiera te ayudaste a ti misma, soltaste todo como un lindo pajarito, Aubrey, estoy aquí para tener la satisfacción de verte sufrir, has sido condenada a cincuenta años de cárcel por intento de asesinato más cinco años de encierro domiciliario pero... Jamás volverás a ver la luz fuera de la cárcel-. Dije con una sonrisa radiante en mi rostro, notando su temor.

-¿Qué? No, no, esto no puede estar pasando, no puedo quedarme aquí, tengo cosas que hacer, soy demasiado joven, Wanda... Wanda ayudame a salir de aquí-. Imploró queriendo tomar mi mano pero yo la aleje.

-No, de hecho... Si lo piensas bien estás en donde siempre debiste estar, será como tú casa... Abruey, Abruey, no debiste a verte metido conmigo ni con la mujer que amo, te prometo que mientras estés dentro de este lugar, nunca serás feliz ¿Creeias que no movería mis influencias para encerrarte? Tus padres aceptaron mi dinero para hacer con este caso lo que yo quisiera, no es algo que disfrute hacer pero te lo advertí, pagarás por lo que le hiciste a la mujer de mi vida... Ah y... Ten cuidado aquí adentro, no puedes confiar en nadie, hasta nunca Abruey, disfruta tu estadía aquí, créeme... Estoy siendo bastante razonable o y espero que tú nueva compañera de celda sea de tu agrado, la escogí específicamente para ti-. Le dije con una sonrisa radiante para luego borrar en un segundo mi sonrisa para luego levantarme.

Miré a mi alrededor notando a una reclusa que me miró por unos segundos y yo asenti sutilmente la cabeza haciendo que está sonriera, salí de aquella sala con la cabeza en alto, escuchando los gritos de Aubrey, yo me encargaré de que ella sufra, se lo advertí y no escucho, ahora pagará por ello.

Salí del lugar para luego subirme a mi coche, arranque alejandome de la cárcel con una inmensa sonrisa en mi rostro, no estoy orgullosa de haber movido influenzas pero era necesario ya que está estúpida justicia quería soltar a Aubrey o mandarla un psiquiátrico argumentando que mi Natasha estaba viva, eran unos ineptos de mierda por qué el que esté viva no es un premio, hubo consecuencias que llevaron meses de recuperación tanto mental como físicamente y Aubrey sufrirá cómo es debido, salí de mis pensamientos cuando mi celular sonó con un mensaje.

Mi amor:

¿Dónde estás? Necesito que vengas con urgencia a tu oficina, si, ya se que hoy aún siguen de vacaciones algunos, pero te necesito con urgencia cariño, estoy bien sin embargo.

You Are My Destiny (Scarletwidow)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora