Wanda Maximoff es una arquitecta heredera y CEO de Maximoff Corp, una mujer con un estatus muy alto, multimillonaria, sexy y con todo lo que alguien pudiera desear, una mujer bastante seria que le gusta controlar todos los aspectos de su vida pero...
-¿Quién diría que esté 2024 sería tan molesto?-. Murmuró Kate desde el otro lado de la pantalla del teléfono.
-Ugh... Ni me digas, que yo estoy más que molesta, ha pasado más de un mes de año nuevo... Y parece que novia ya no tengo-. Dije yo soltando un fuerte suspiro.
-¿Por qué lo dices? Oye, por cierto... ¿Crees que es buen momento como para comprar una casa? ¿Crees que Yelena estaría feliz con eso?-. Preguntó Kate un poco temerosa y yo reí en voz baja.
-Tal vez te insulte un poco por qué ya sabes... Le gusta compartir los gastos pero hazlo, creo que merecen una verdadera casa pero si vuelves hacer llorar a mi hermana, te voy a golpear-. Dije con una amenaza fría haciendo que Kate hiciera una mueca.
-Pero... Pero no la hice llorar a propósito, cuando está en sus días se pone bastante sentimental y solo fue por qué olvide comprar su tarro de helado favorito... Aún así no me estés cambiando la charla, ¿Por qué dices que parece que ya no tienes novia?-. Preguntó de nuevo con una ceja alzada para luego desviar la vista y hablar con su secretaria.
-Razon tienes, aunque no fuiste tu la que tuvo que consolar a una rubia chillona por más de dos horas, a mi cuando me baja estoy más molesta con todos... En fin, bueno... Lo de Wanda es como... Como si yo ya no existiría, me ha dejado plantada seis veces en citas que hemos planeado y su escusa siempre es que tiene mucho trabajo ¿A caso ya olvidó que trabajo con ella? Se que es la jefa y tiene más trabajo pero... Jamás me había dejado de lado como lo ha hecho todo este mes y es... Duro-. Murmuré desviando la vista dando rápidos parpadeos.
-¿Esta volviendo a sus hábitos? Osea... Me refiero a que el trabajo siempre ha sido su prioridad en todo, cancelaba citas de amigos por el trabajo pero cuando te conoció... Las cosas cambiaron pero ahora por lo que dices volvió a lo mismo... ¿No has hablado con ella?-. Preguntó Kate mirándome fijamente desde la pantalla mientras yo miraba una página de chismes en la computadora.
-He intentado hablar con ella, entiendo que el trabajo es importante por qué sin esa dedicación y esfuerzo no estaría donde está pero... Cada vez que comienzo hablar de ello, me corta ya sea por qué recibió un correo o una llamada y es tan frustrante que a veces quiero ahorcarla-. Gruñi de mal humor tecleando un poco para luego rodar los ojos ante un chisme de aquella revista.
Al parecer me fotografiaron con Wanda en una salida al supermercado como cualquier persona, aunque en ella Wanda iba con ropa deportiva por qué había ido hacer ejercicio mientras que yo traía un short, una blusa delgada junto unos lentes oscuros igual que ella, ambas tomadas de la mano pero al parecer los imbéciles paparazzis se dieron cuenta que íbamos "discutiendo" un poco.
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Malditos, habían colocado un título amarillista para llamar la atención diciendo que había problemas en el paraíso, osea... No lo niego pero tampoco es como para hacerlo tan grande, necesitaba hablar con la novia obsesionada por el trabajo que tengo.
