Wanda Maximoff es una arquitecta heredera y CEO de Maximoff Corp, una mujer con un estatus muy alto, multimillonaria, sexy y con todo lo que alguien pudiera desear, una mujer bastante seria que le gusta controlar todos los aspectos de su vida pero...
-¿Tenías que postear esa fotografía?-. Preguntó mi madre mientras ayudaba a mi hermana con los últimos toques de maquillaje.
-¿Qué tiene madre? Nos vemos hermosas ¿Verdad sestra?-. Preguntó Yelena mirándome por el enorme espejo que tiene enfrente.
-Pues... Creo que más bien fue tu forma de decir "Ya es mía, no la toquen" algo como eso-. Aseguré encogiendome de hombros haciendo reír a mi madre mientras que mi hermana rodaba los ojos.
Quiero decir... Supongo que esa es la intención por qué la fotografía que subió mi hermana en redes sociales, todos sabemos que Kate está siendo muy codiciada tanto por hombres y mujeres pero... Mi hermana le había hincado el diente y Kate cayó redondita a sus pies, aunque debo admitir que en esa fotografía se veía muy bien, Kate traía puesto un traje de dos piezas con una camisa de vestir que al parecer es blanca y aunque la imagen es en blanco y negro, sabía que mi hermana tenía su vestido que tanto le gustaba, se veían hermosas aunque siempre suelo decir que están horribles, es mi deber como hermana mayor y como mejor amiga.
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Además se que mi hermana lo hizo para dejar en claro que hoy... Hoy sería la gran boda de Yelena Romanova y Kate Bishop, tan hermoso que quería llorar pero no podía ¿Quién diría que mi hermanita se casaría primero? Yo solo quiero que ella sea completamente feliz y se que Kate es la única en que puede lograr ese cometido, tan patético como suena, Kate casi besa el suelo por dónde pisa mi hermana y mi rubia... No se diga, ya que hace de todo para hacer feliz a Kate, osea... Comida.
-¿Saben? Me alegra estar donde estoy hoy en día ¿Vas usar tus muletas?-. Preguntó Yelena haciendo que saliera de mis pensamientos.
-Oh, no... El doc dijo que debo comenzar a dejarlo, aunque realmente nunca las use, fueron tres meses demasiado tediosos pero... No vamos hablar de mi, hablemos de ti que por fin te casas, yo no escogería finales de junio pero cada quien sus gustos-. Aseguré haciendo que mi hermana me sacará la lengua.
-No vayan a pelear, que hoy es un día especial, mi preciosa niña se va a casar, no todos los días sucede un evento de este tamaño y estoy muy orgullosa de dónde has llegado mi cariño, estás tan hermosa con tu vestido blanco y... Ay no... No puedo-. Murmuró mamá Melina comenzando a llorar y yo me levanté con cuidado para darle una servilleta.
-Mamá, no llores que voy a llorar-. Murmuró Yelena parpadeando rápidamente.
-No puedo evitarlo, mis niñas-. Volvió a decir mi mamá y yo reí negando con la cabeza, no voy a llorar, tengo que ser fuerte si no aquí será una lloradera.
-Yel, hermanita, estoy muy orgullosa de ti, siempre lo he sido, aún recuerdo cómo me seguías cuando éramos niñas, eras como un cachorrito perdido, aún aunque siempre dijiste que querías ser como yo... Fuiste y eres superior a mi, eres un hermoso regalo de la vida, una pequeña bolita con cachetes que se sonrojan siempre, eres mi hermanita y te aseguro que mataría por ti, te amo y se con certeza que serás muy feliz al lado de Kate, te mereces muchas cosas buenas en la vida por qué eres especial y te amo-. Le dije cuando me coloque enfrente de ella para verla directamente a los ojos.
