XXVIII

622 100 99
                                    

Lee bajo tu propio riesgo, esta turbio...⚠️

Dia 3.

El día nublado, apunto de llover pero el ambiente tranquilo porque estaban ambos juntos.

Ese día, ese día cuando Minho tenia a Jisung durmiendo en sus brazos, acurrucado a su cuerpo, sintiendose feliz, en paz y más que todo enamorado. Ese día, se juró conquistar y recuperar al príncipe de Aethelu, Han Jisung.

Todavía no salia el sol, estaba oscuro, nublados al parecer.

Minho habia salido muy temprano a cortar unas flores silvestres para el menor, eran las flores que descansaban en las orejas del menor quien dormia plácidamente en sus brazos.

Es como si toda su vida espero por dormir sin temor al despertar.

Minho la noche anterior había pedido permiso al menor para quedarse con él y acompañarlo, Jisung aceptó sin embargo el mayor se quedaría a dormir en los sillones de la habitación.

Jisung vio a Minho dormido y no supo cómo ni por qué, pero él yacía acostado en el sillón junto al mayor quien al notar al menor acurrucado muy profundamente dormido en su pecho decidió cargarlo hasta la cama.

Jisung medio dormido y medio despierto le pidió en pucheros que no se fuera de su lado y se acostará con él.

Minho no se negó en ningun momento y acepto, y elos ahí.

Acurrucados el uno del otro, mientras el menor dormia calidamente en los fuertes brazos que sabia lo protegerían.

Confiaba en Minho y lo que menos esperaba de él era una traicion o una...mentira.

-Hannie...- acarició su mejilla- aguanta un poco más- las yemas de sus dedos delineando sus suaves mejillas- prometo sacarte de aqui y permitirte ser feliz- sus dedos viajaron a sus abultados labios - yo te brindare esa felicidad que te están obstruyendo aquí...- tomó la flor silvestre de su oreja y la llevó a sus labios, la besó.-Solo dame tiempo, un poco más de tiempo para hacerte feliz- Colocó la flor en los labios del menor, fue un beso indirecto.

El príncipe se removió un poco en sus brazos buscando más calor, el cual Minho no le negó y se acomodo mejor para la comodidad del menor. Lo acurrucó más con las enormes y suaves sabanas cual algodón.

Jisung comenzó a despertar de a poco, vio hacia arriba, y no pudo evitar sentir calidez, paz y una inmensa felicidad al saber que despertó con la persona que más quería en el mundo, sus pupilas se dilataron al instante.

-Hola...- una sonrisa se formó en sus labios.

Minho le sonrió sonrojado, viendo hacia abajo.

-Hola...-

-¿Cómo estas..?- aún si separarse el uno del otro, ambos estaban muy cómodos con la compañía.

-Yo muy bien, ¿y tu te sientes bien?- sin dejar de sonreír le.

-Feliz, gracias a ti...-

Por inercia o más por memoria muscular, Minho atrajó a Jisung en un abrazo, ambos se abrazaron con fuerza, es como si ese amor de niños estaba en pausa.

Jamás se fue, seguia vivo, ahí...

-¿Me acompañaras hoy para ver a Kento?-

Jisung asintió con una amplia sonrisa.

Mentiria si dijera que por primera vez en su vida ya no tenia miedo de su padre, sentia que con Lee podría contra el mundo y más.

Es extraño como alguien puede hacerte sentir de esa manera cuando tu intentas proteger tu corazón de todo y todos. Y alguien llega a cambiarlo todo, pero para bien...

𝑬𝒍 𝒑𝒓𝒊𝒏𝒄𝒊𝒑𝒆 𝒔𝒊𝒏 𝒗𝒐𝒛 [Minsung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora