Capítulo 6

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Me subí al avión bajo la atenta mirada de Dimitri, Eider y Eva, los salude cordialmente a todos enseñándoles modales a ciertas personas y me acomode en uno de los asientos más alejados que encontré para poder dormir, ya que era eso o ver refregarse a Eva contra Eider todo el camino. Y aunque tiene su lado morboso ver a dos personas tener sexo, esta no era la ocasión.

Desperté a las 2 de la mañana por unas pequeñas turbulencias, llevábamos algunas horas de viaje y no podía seguir durmiendo, es que si no es en mi cama prácticamente no duermo en toda la noche.

Me levante al baño para refrescarme cuando note que la puerta de este se abría dejando salir a Eva refunfuñando quizás que cosa, pero esto no llamo mi atención así que continúe avanzando, fue cuando estaba por tomar la manilla de la puerta que Eider sale arreglando su desordenado cabello, nos observamos unos segundos mientras esperaba que se quitara para poder entrar, pero este no lo hacía solo me observaba con altivez.

- Disculpe Sr Mancini necesito usar el servicio - Mencione lo obvio para que se quitara de mi camino después de todo necesitaba orinar. 

- ¿Qué fue lo que viste? - pregunto con un tono de voz bajo pero lo suficientemente golpeado para mostrar su molestia - ¿me estas espiando? - Rodé los ojos al escuchar sus palabras, a pesar de que yo intento ser educada con el cuándo estoy en horas laborales o frente más personas, a él le importaba una mierda.

- Lo vi a usted y a Eva salir del baño - respondí mirándolo a la cara - pero no se preocupe no me interesa decirle nada a nadie y no lo estaba espiando fue una desagradable coincidencia la verdad, si me disculpa - y con eso pase por su lado entrando en el servicio, pero antes de poder cerrar Eider entro y cerró la puerta tras de él, dejándonos a ambos encerrados - ¿Qué estás haciendo? sal del baño ahora - mencione intentado abrir la puerta para que saliera.

- No sé qué crees que viste, pero no es lo que parece - su cara estaba sin expresión alguna, tenía los brazos cruzados sobre su pecho y mis hormonas agradecieron la vista - Si piensas que me la tire estas equivocada así que mucho cuidado con lo que digas por ahí.

- Lo que haga o deje de hacer no me interesa. Mejor elija otros lugares para tirarse al personal y así evita amenazarme o ¿solo amenaza a las que encuentra desagradables? - conteste cabreada. No me dio tiempo para reaccionar me tomo por el cuello estampándome contra la pared, su cara estaba justo frente a la mía y su cuerpo a milímetros de mí.

- ¿desagradables? - se acercó a mi oído y susurro - ¿crees que a una mujer desagradable le haría lo que te hice hace unas horas? - tomo mi mano y la paso por su entrepierna que estaba dura como una roca.

- Oh mierda - intenté alejarlo, pero era como mover una pared. Continuo con su agarre en mi cuello, aunque era firme no ejercía presión suficiente para hacerme daño y me encantaba - Suéltame - dije intentado sonar coherente con lo que pensé anteriormente.

- ¿de verdad quieres que te suelte? - pregunto mientras yo asentía con la cabeza - ¿segura? - pregunto nuevamente mientras me soltaba y ponía las manos en la pared encerrándome entre sus brazos, acerco sus labios a los míos y pregunto - ya te solté, ahora dime ¿Por qué no te has ido? - tenía mucho calor, no podía pensar con claridad necesitaba salir de aquí pero mi cuerpo no respondía, solo debía moverme un centímetro para llegar a sus labios o a la puerta, lo mire a los ojos y luego observe sus labios debatiendo en que hacer - ¿Sabes lo que pasara si te beso? - preguntó

- No - contesté con la voz temblorosa por el deseo - No pasara nada - dije más para mí misma que para él.

- Te besare hasta dejarte sin aliento y luego te follare aquí frente al espejo, callare tus gritos con mi mano para que los demás no te escuchen y luego me iré a descansar porque abre tomado todo lo que me sirve de ti - dijo con una sonrisa socarrona haciéndome sentir como una imbécil, ha estado jugando conmigo todo este tiempo excitándome para demostrar que es él quien tiene el control - ¿acaso creíste que eras especial? - pregunto con una sonrisa en sus labios, mientras me acomodaba un mechón de cabello tras la oreja - anímate la pasaras bien de todas formas - como podía ser tan despreciable.

FRAGMENTADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora