Los días han ido pasando y los he disfrutado al máximo con mi familia, no me había dado cuenta de lo mucho que los extrañaba y de lo mucho que me aleje de ellos este último tiempo, he ayudado Katrina con las cosas del hogar y estoy aprendiendo a cocinar platillos básicos para vivir según palabras de mi Kat.
Mientras preparábamos diversos platillos conversábamos y recordábamos algunas cosas del pasado (las graciosas obviamente) mi vida estaba marcada por muchos momentos tristes y peligrosos, pero también había muchos momentos de diversión y goce. Si bien ellos no son mi familia de sangre eran lo más importante que tenía, incluso más que mis propios padres que deseaba donde fuera que estuvieran se revolcaran en su miseria.
- Katrina ¿recuerdas aquella vez que jugamos verdad o reto y a Dante le toco correr semidesnudo en medio de la calle? - comenté mientras rebanaba unos trozos de pan - la gente comenzó a grabarlo - recordé divertida.
- Ya va a empezar - dijo Dante poniendo los ojos en blanco - Eso no fue nada divertido más bien fue vergonzoso, pero sabes que es divertido que te pongas la ropa al revés - ataco sacándome la lengua recordando aquella vez que me puse el vestido al revés dejando la parte transparente de la espalda hacia adelante, pero según yo me veía muy sexy.
- Oye en tu defensa, no pensé que te atrevieras a hacerlo - respondí dando un punto a su favor.
- Chicos no peleen - comento Katrina - Además todos sabemos que Pietro era el rey de los chascarros
- Pietro - susurre su nombre, cerrando los ojos recordando a mi hermano - Espero que donde sea que este se encuentre bien - Kat me miro y asintió con tristeza - Ya van mas de cuatro años sin saber de el, no se porque no nos ha contactado - un silencio aplastante se hizo entre nosotros, Mi teléfono sonó anunciando una llamada entrante, según el código que registraba en la pantalla de mi celular provenía de Alemania.
- Debo contestar esta llamada - les dije saliendo de la cocina - ¿Hola? - respondí en alerta rogando que no fuera el desagradable de Raúl.
- ¿Fiorella? Soy Adler Müller ¿me recuerdas? - dice la inigualable voy de Adler. Que pregunta, como no lo voy a recordar
- Hola - dije asombrada por su llamada - ha pasado mucho tiempo ¿Cómo has estado?
- La verdad muy bien ¿y tú? - lo escuchaba caminar por donde sea que estuviera
- Bien gracias, dime ¿a qué debo el placer de esta llamada? - pregunte coqueta, me gusta Adler es un caballero.
- Bueno llego un correo con tu nombre solicitando una vacante de trabajo y quise encargarme personalmente y llamarte para ofrecerte un puesto en mi empresa ¿Qué opinas? ¿Te gustaría ser mi asistente personal?
- ¿Es en serio? - me encantaría trabajar con Adler, pero a la vez me pregunto si esto tiene otro tipo de interés por su parte - Me encantaría.
- Genial, en ese caso necesito que vengas a una reunión en cuanto puedas para coordinar algunas cosas en caso de que aceptes mi propuesta - indica haciéndome recordar que mi nuevo puesto de trabajo seria en Alemania, eso significa que mi familia y yo debemos mudarnos.
- Está bien, viajare este viernes y me contactare contigo en cuanto este por allá ¿te parece? - pregunte mientras Dante llegaba a mi lado en la piscina indicándome que el almuerzo estaba listo, le respondí mostrándole mi dedo pulgar en señal de aprobación.
- De acuerdo esperare con ansias tu llamada, nos vemos en unos días, Adiós - dijo finalizando la llamada.
Me levante del borde de la piscina en donde estaba sentada y camine en dirección a la cocina en donde Dante y Katrina estaban esperándome listos para almorzar.
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FRAGMENTADA
Romance¿Sabes lo que se siente el no tener a nadie en quien confiar? Fiorella Salerno ha tenido que vivir con ese sentimiento desde pequeña, rodeada de sufrimiento, desamor y traición por parte de todos los que alguna vez considero su familia, convirtiéndo...