Capítulo 18

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Llegamos a la casa y todo estaba en silencio, sabía que habíamos llegado tarde y solo podía pensar en el dolor que esto le provocaría a ella, hijos de puta esto no debía suceder así.

Entramos en casa y Dante intento detener a Fiorella y a pesar de que lo ayude fue imposible. Katrina estaba en medio de la sala amarrada a una silla semidesnuda. los hijos de puta la habían torturado, le quitaron dedos y apuñalaron en distintas partes del cuerpo, poniendo fin a su vida con un disparo en la cabeza.

Fiorella estaba frente a ella intentando despertarla como si no viera todo el daño que le habían causado, solo pasaron unos segundos para que admirara su cuerpo y comenzó a gritar desgarradoramente, estoy seguro de que nunca olvidare esos gritos, abrazaba su cuerpo como si fuera lo único que podía salvarla, rogaba su perdón y a mí me partía el puto corazón ver a mi chica sufrir de esta manera y todo esto era mi culpa.

No podía apartarla de su lado, era su madre, a pesar de ver su cuerpo ensangrentado era la última vez que podría tocarla y no quería privarla de eso, fue entonces que resbalo en la sangre y pude notar de donde venia esta, las piernas de Fiorella estaban cubiertas de sangre que provenía de su entrepierna, cayó al suelo inconsciente.

- Dante - grité corriendo hasta Fiorella - Trae el auto hay que llevarla a un hospital - dije levantando el cuerpo inconsciente de Fiorella - Rápido - grité nuevamente, Dante estaba en shock. Minutos después ya íbamos directo a la clínica

- ¿estará bien? - preguntaba Dante mientras manejaba como un loco por las calles - No puedo perderla a ella también - lloraba

- Te necesito atento - dije intentando alertarlo - aún pueden volver por ella - este asintió y se centró en conducir.

Llegamos al hospital armando un gran lio, los doctores se acercaron a nosotros y accionaron una alarma que alerto a todo el personal, subieron a Fiorella en una camilla y se la llevaron rápidamente dejándonos atrás. Las enfermeras nos miraban asustadas debido a la cantidad de sangre en nuestra ropa y nosotros solo podíamos pensar en que no podíamos perderla.

- No pueden pasar - dijo una enfermera deteniendo nuestro paso

- ¿Quién impedirá que pasé? - dije haciéndola a un lado siguiendo a Fiorella.

Los doctores la llevaron a una sala donde quitaron su ropa rápidamente para llenarla de máquinas, Fiorella comenzó a convulsionar

- ¿Qué ocurre? - dije entrando en la sala asustado por lo que veía - por favor sálvenla - grité mientras un enfermero nos sacaba de ahí - dime que se salvara - le dije tomándolo por el cuello

- Su esposa esta delicada, perdió mucha sangre - dijo este intentando tranquilizarme tomándome por las manos que agarraban su cuello - La llevaran al quirófano para practicarle una cesárea de urgencia e intentar salvar a los bebes. Debe rezar para que todo salga bien para ella y sus hijos - dijo este acariciando mi espalda en el momento en que lo solté.

A pesar de todo el poder que creía tener solo podía rezar para que se quedaran conmigo y pudiera perdonarme por lo que hice.


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