El humano contra la horda (VIII)

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Simplemente no había nada con lo que se pudieran cubrir más que sus manos. Pero Yo Me tuvo una exquisita vista de todas antes de que siquiera pudieran cubrirse. Con su vista registró cada minúsculo detalle, por ejemplo: Ziyun tiene una marca de nacimiento con forma de mariposa en su pecho derecho, sus pezones son rosados y está finamente rasurada, Ning'er tiene sus pezones de color durazno y una ligera marca en su vientre igualmente rasurado, Xiao Xue tiene sus pezones invertidos además de que también es rojo ahí abajo con ligeros rastros de una marca en su vientre, Huyan Lanruo tiene dos lunares cerca de las areolas y su trasero parece un melocotón, y Hongyue tiene tantos músculos que sus pechos son bastante firmes, casi que los pechos podrían ser un arma de primer nivel, además de una marca similar a la de Ning'er en su vientre con algo de bello.

Sin embargo, su expresión no cambió en lo absoluto. Su rostro tranquilo sin ninguna pizca de lujuria o algo similar. Una mera treta para ocultar que realmente se había conmocionado.

- Vaya por dios... ¿No sé si llegué en buen momento o no? Supongo que no querrán que entre ahí-

Responde tranquilo y sin prisa. Como si no tuviera a las chicas más bellas de ciudad gloria frente suyo. Una poderosa aura conjunta es lanzada contra el azabache que la repele con un movimiento.

- ¡¡¡SAL AHORA IDIOTA!!!

Le gritan colectivamente las chicas al azabache. Yo Me renuente se retira, tampoco quiere hacerlas sentir incómodas, más de lo que ya lo hizo. Las risas de sus aberraciones no pararon de burlarse de él. "Bueno... me lleve una buena vista" Reflexiona divertido y algo ligeramente excitado, inmediatamente niega con su cabeza. Parece que el absorber al pecado de la lujuria lo afectó más de lo que esperaba. Como un alma libre se niega a sucumbir ante sus deseos sino es bajo su control.

Xiao Ning'er y Hongyue resoplan con irritación y mucha vergüenza. Literalmente el chico que les gusta los acaba de ver hasta el alma, y con lo que saben de los ojos de su amigo es seguro que recuerde y sepa cada detalle íntimo de ellas. Gritan de vergüenza incontenida.

Ye Ziyun ríe ligeramente igualmente avergonzada pero menos enojada que las dos tomates, ella no sabía de la habilidad de su amigo así que piensa que no tuvo tiempo suficiente para registrar todo (a veces la ignorancia es felicidad).

Xiao Xue realmente no estaba tan avergonzada de ser vista desnuda, pues cuándo la cuidó vio su cuerpo desnudo, lo que le frustraba era haber sido invadida en el baño sin haber tocado la puerta.

Lanruo se sintió inexplicablemente triste, ella vio muy bien que el chico ni siquiera tuvo una reacción ahí abajo, sus ojos no destellaron nada de lujuria o lascivia, tampoco cambió su tono de voz, es como si verla desnuda a ella una de las mujeres más atractivas y sexys fuera algo más y ya.

- Ese estúpido idiota siempre hace lo que quiere sin ningún límite, realmente tienen que enseñarle una lección.

Maldice Ning'er, echando humo de la cabeza. Su cara estaba roja hasta su cuello.

Igualmente Hongyue asiente a lo dicho por mejor amiga. Entienden bien que puede que su amigo ni se haya entusiasmado por verlas desnudas, pero eso no es excusa para actuar con tanto libertinaje. Un fuerte dolor de cabeza se les pasa al pensar en que ahora su amigo tiene material para avergonzarlas.

- Yo Me no lo hizo a propósito. Seguramente solo estaba aburrido y quería alguien con quien entretenerse, por eso no se fijó por dónde iba cuándo entró aquí.

- Además, si él realmente quisiera espiarnos ¿alguna de nosotras podría haberlo detenido?

Responde Ziyun defendiendo a su mejor amigo, frunciendo los labios en una sonrisa gentil. Y de hecho, las demás tenían que darle la razón en lo último. Con el cultivo del chico, ¿Exactamente quién podría detenerlo de espiar a los demás?

Una historia de dioses y demonios contra la humanidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora