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Maddie.

Me encontraba en mi habitación, desempacando las cosas que me había llevado mientras estuve visitando a mi hermano mayor.

Emma entro con una taza de té entre sus manos.

— ¿Mikey te contó lo que pasó?— Negue ante su pregunta, se sentó en mi cama quedando frente a mi.— Una chica amenazó a la pandilla.

El comentario me causó cierta gracia, todos los de esa pandilla siempre se la pasaban de altivos y petulantes, como si fueran indestructibles e intocables, imagino que al ver que una chica tuvo el valor de hacer algo en su contra debieron querer morirse.

— Solo fue una chica creandoles problemas, no es nada relevante, ¿Por qué me lo cuentas?

— No lo entiendes.— Se acercó más buscando un poco de confidencialidad.— Esa chica no es cualquier persona, es la mismísima hija de la mafia.

— ¿Existe algo como eso?

— Claro que existe.— Las dos volteamos encontrando a Mickey bajo el marco de la puerta.— Rin es hija de un mafioso que usa una fachada de empresario.

— Bien, ¿Y que pasa con esta tal Rin y tu pandilla?— Nunca preguntaba con respecto a estas cosas pero esta vez la cosa parecía interesante.

— Seguro alguna vez habrás escuchado a alguien mencionar el nombre RedS. Ella es la líder de esa pandilla. Se podrían considerar la más grande de toda la ciudad.

》Creo que, si alguien pudiera vencer a ToMan, serían ellos.— Aquella confesión me había sorprendido.— Son muy poderosos. Y lo que hace que nuestra seguridad peligre es que nosotros hemos abarcado territorio ajeno.

— ¿De que hablas? ¿ToMan jugo sucio?— Ante la pregunta de Emma Mikey se quedó considerando que responder.

— No es que hayamos jugado sucio, Rin tenía muchos años fuera del país, esa pandilla estaba sin líder principal y su Sub comandante no podía hacerce cargo de muchas cosas.

》Nos confiamos y retamos a la suerte, siendo sincero no pensamos que ella volvería tan pronto. Esperábamos poder tener algo más de tiempo para que la pandilla estuviera preparada para un enfrentamiento con ellos en el futuro, pero no ahora.

Entonces ToMan y RedS se enfrentarían, habían algunos huecos en la historia, pero parecía mejor no preguntar algunas cosas.

— Por eso quería pedirles a ambas que tuvieran mucha precaución, sobre todo tu Maddie.

— No tienes de que preocuparte. Casi nadie de tu pandilla me conoce.

— Y ahí está el peligro.— Me había dejado confundida.— Nadie te conoce, nadie te protegerá. Tu decidiste que así fuera y no puedo ir contra eso, pero debes saber cuidarte la espalda sola.

— Si Nadie me conoce, nadie me atacara.

— Maddie, por favor, reconsiderar aceptar la propuesta que te hice.— Me tomo de los hombros para que lo mirara a los ojos.— Yo solo quiero mantenerlas a salvo, son lo único que tengo.

— Lo siento Mikey, pero mi respuesta sigue siendo la misma.— Me alejé de él hacia la puerta.— Saldré a caminar, nos vemos más tarde.

Por cosas como esas no me gustaban las pandillas, me preguntaba constantemente por qué mis hermanos siempre estaban empeñados en ese tipo de cosas, hasta Emma quería estar siempre metida en eso.

Pare en un puesto de comida rápida que estaba en una esquina, era un carrito andante, y vendian las mejores hamburguesas. Estaba por pedir cuando un tipo apareció de la nada y se coleo en la fila.

— Oye yo estaba primero.

— Tu misma lo dijiste, "Estabas". Me da dos hamburguesas grandes y especiales con todo, pepinillos extras, extra picante y sin cebolla.

— Salen dos hamburguesas de muerte.

— Si te ibas a colear al menos hubieras pedido algo bueno.— Hable fuerte con la intención de que me escuchara.

Ante mis palabras se volteó quedando cara a cara, o mejor dicho, cara a pecho. No me había percatado de lo alto que era, observe su rostro con detenimiento y atención. Sin bajarle la mirada a pesar de lo intimidante que parecía.

— No pareces ser de aquí, hazte un favor y no te busques problemas innecesarios.

— Tu eres quien no pareces ser de por aquí, y solo por eso me llevare tu pedido.— Trate de tomar las hamburguesas que estaban envueltas sobre el mostrador del carro pero me tomo de la muñeca para detenerme.

— ¿Tienes idea de quien soy yo?— Lo detalle otra vez, no había visto los tatuajes que tenia en las manos.

— Si, un imbecil.— Su agarre en mi muñeca se hizo más fuerte, pero no pensaba echarme para atrás.

— Caballero, le voy a pedir de la mejor manera que suelte a la señorita.— Ambos miramos al señor de las hamburguesas, tenía un bate en sus manos y parecía dispuesto a defenderme.

— Bien bien, pero no pienso pagarle las hamburguesas.— Tomo la bolsa y antes de irse de dirigió a mi.— La próxima vez cuida más tus palabras, bruja.

— Bastardo.

En cuanto mi pedido estuvo listo me alejé de aquella zona para evitar encontrarme con el otra vez.

Recibi un mensaje de Emma pidiendo que me acercara al festival. No estaba tan lejos así que no tendría problema en pasar. Estando por llegar comenzó a llover de imprevisto.

— Será mejor que escampe aquí.— Me quede bajo el techo de un quiosco esperando a que la lluvia parara. Cosa que al parecer iba a tardar un poco.

— ¿No crees que te enfermeras por la lluvia?— No me había percatado de quien estaba junto a mi.

— No me moje tanto, igual aquí el agua no me alcanzará.— Por sus aspectos parecían tener otras intenciones.— Será mejor que me apresure a llegar, mis hermanos me están esperando.

Comencé a caminar pero ellos venían junto a mi.

— Nuestra amiga también nos espera, esta en el festival.

— Vaya coincidencia.

Seguí caminando a la espera de que se fueran por otro camino, pero no lo hicieron.

— Ven con nosotros.— Dijo uno de ellos, a lo que estaba por negarme cuando el otro me agarro.

— Y no es una pregunta.

Forcejee con ellos cuanto pude pero fue inútil, eran altos y fuertes, me arrastraron hasta una camioneta la cual no estaba muy lejos de nosotros.

— Avisenle a Rin que ya la tenemos.— Le dijo a alguien más más iba en la camioneta, todo se me oscureció y quede inconsciente cuando pusieron un trapo húmedo  en mi nariz y boca.


Todo o Nada [Hanma Y OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora