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Maddie.

Pasaron semanas después de la pelea, cuando hablamos con Baji nos dijo que estaba desanimado por tener que empezar en otra escuela y estar tan lejos de casa.

Me había negado rotundamente a retomar las clases, pero el abuelo y Mikey me obligaron a hacerlo. Había tenido poco tiempo libre ya que tuve que ponerme al día con todo lo que no había visto.

Días atrás conocí a la nueva amiga de Emma, era novia del chico que nos detuvo a Mikey y a mi en la pelea.

— ¿Maddie?— Voltee encontrando al chico en el que estaba pensando.

— Soy yo.

— No nos hemos presentado, un gusto, Hanagaki Takemichi.— Me extendió su mano y la tome.

— Madelynne Sano, ¿Gustas sentarte conmigo?— Señale el espacio frente a mi y tomó asiento en el.

Trajeron lo que cada uno había ordenado y yo me dispuse a comer, pero Takemichi parecía no sentirse muy bien.

— ¿Pasa algo?— Pregunté después de un rato.

— Desde la pelea había querido preguntarte algo, ¿Como eran los tiempos en los que eras parte de ToMan?

Aquella pregunta me había sorprendido.

— Bueno, supongo que contarte no hará daño a nadie.

Tiempo atrás.

Antes de que Todo pasara, conviviamos de manera muy unida. Recordaba claramente como nos enfrentábamos a Black Dragons cuando Kazutora estaba en problemas. 

— ¿Piensan seguir causando problemas?— Pregunto el gorila frente a nosotros.

Los siete estábamos golpeados y exhaustos, pero no pensábamos retroceder ante ellos.

— Si van a seguir molestando a Kazutora, será mejor que se acostumbren a que seamos una espinilla en el culo.— Respondio Draken, causando furia en ellos.

La semana siguiente a esa pelea oficializamos la pandilla, nos enfrentamos a Black Dragons solo nosotros, y a pesar de que nadie creía que lo lograríamos, les ganamos.

Nuestra felicidad era inmensa, todos querían unirse a nosotros y seguirnos. Nos estábamos convirtiendo en lo que habíamos soñado tanto tiempo. Mi sueño, el sueño de Mikey, y el de todos se estaba cumpliendo.

Siendo a penas niños estábamos dispuestos a que las personas volvieran a ver a las pandillas como lo que eran antes, que esa cultura no se perdiera.

RedS era nuestro mayor problema, su inmensidad y trucos sucios nos acabaría, sin mencionar que los que lideraba Ropponggi habían sido líderes de esa pandilla antes.

Izana me advirtió que no me metiera con ellos, no pensaba hacerlo, al menos no en ese momento. Gracias a su advertencia convencí a los chicos de que primero aumentaramos en  número.

— Ya viene tu cumpleaños Kazutora.— Comento Baji, haciendo que el chico lo callara rápido.

— ¿Pasa algo con eso?— Pregunto Mitsuya.

Todo o Nada [Hanma Y OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora