Todo o Nada [Hanma Y OC]

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Maddie.

Entrenaba en el dojo con Emma, teníamos toda la mañana en eso, el abuelo había salido a hacer las compras y nos había dejado solos.

— ¿Como te va con Hanma?— Pregunto mientras trataba de darme un golpe.

— Muy bien. El y Kazutora no han tenido problemas y están buscando empleo.— Sostuve su pie antes de que tocara mi estómago, la empuje y casi pierde el equilibrio— ¿Como van tu y Draken?

— Mejor que antes, eso es seguro.— Volvió a perder el equilibrio al distraerse y está vez cayó al piso, me lance sobre ella reclamando la victoria.

— Me alegra oír eso.— Ambas nos sentamos en el suelo exhaustas.— El otro día hable con Rin.

— ¿Que te dijo?— Estaba por responderle cuando escuchamos a alguien gritando afuera.

— ¡Se lo llevaron!— Gritaban eso una y otra vez.— ¡Se lo llevaron!

Salimos a ver quien estaba armando tal alboroto. Eran miembros de la primera división.

— ¿A quién se llevaron?— Pregunto Mikey al ver que no terminaban de decir de quien se trataba.

— ¡A Takemichi!

Esa tarde el capitán de la primera división apareció golpeado junto con Inui, ambos explicaron que Muto y Sanzu los habian llevado a la fuerza junto con Koko.

Habían traicionado a ToMan, y obligaron a Kokonoi a irse con ellos.

Esa fue una de las peores maneras de cerrar el año e iniciarlo.

Takemichi vino después a hablar con nosotros.

Draken y Mikey estaban jugando videojuegos mientras que Emma traía los jugos.

— Izana Kurokawa.— Respondio Takemichi a la pregunta que le hizo Mikey.— Ese es el nombre del líder de Tenjiku.

Al escuchar eso empecé a temblar, no podía ser cierto, ¿Izana estaba enfrentando a ToMan? ¿Por qué justo ahora?

— ¿Le suena el nombre?— Pregunto Takemichi.

— Si.— Me miraron confundidos.

— ¿Como lo conoces?— Mikey parecía interesado en saber, antes de poder decirle, Emma respondió.

— Es nuestro hermano.— Dijo tranquilamente.— ¿No lo recuerdas? Te lo conté cuando llegue.

Era cierto, cuando Emma llegó nos contó sobre Izana, pero ninguno le hizo mucho caso. Shinichiro me lo presento tiempo después, pero Mikey no lo había conocido.

— Todo lo olvidas.— Se sentó y empezó a contar como era Izana cuando vivían juntos, y como fue cuando se separaron.— Nunca lo volví a ver después de eso.

Mordí mi labio, tratando de callarme a mi misma y evitar contarlo, pero sabía que debía decirles.