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Maddie.

Salí del hospital a los pocos días, cuando ya los doctores vieron que mis quemaduras estaban mejor.

Debía usar vendajes para evitar una infección pero en casa podía elegir no usarlos, aunque eso era raro cuando lo hacía ya que detestaba verme las quemadas.

En la escuela no preguntaban mucho, si me veían con Draken o Mikey todos corrían presos del miedo, así que nadie se metería conmigo por eso.

— Me iré sola hoy.— Le dije a Emma, ella estaba esperando a Draken.

— Mikey y Ken ya vienen, esperalos.

— Quiero caminar un poco.— No tuvo más opción que dejarme ir, no podía seguirme ya que la habían castigado por llegar tarde una noche.

Mi caminata se hizo larga y lenta, quería pensar, estos días no me había sentido muy bien.

Hablando con Rin me comento que RedS estaba creciendo mucho, pero al parecer sus hermanos se habían unido a una pandilla, no quizo decirme el nombre ni su líder pero me hice una idea.

Comento que Kazutora saldría en abril o un poco antes, ya eso no me preocupaba. Pah también había salido ya, retomo su puesto en la tercera división con Pehyan, Kazutora saldría pronto y estaba en buenos términos con todos.

Se podía pensar y decir que las cosas parecian estar bien. Pero Rin dijo que no me confiara de la tranquilidad, la calma es el sentimiento más peligroso según ella.

— Mad.— Me detuve al escuchar mi nombre, mire al frente encontrandolo a el.— ¿Podemos hablar?

— No tengo nada que hablar contigo.— Trate de pasarlo pero no me dejó.

— Vamos Mad, solo tengo que decirte algo, déjame hacerlo, ¿Si?

— Ya te dije que no quiero escucharte Hanma, ¿No te quedo claro la vez pasada?

Un trueno ilumino el cielo e hizo un fuerte estruendo al caer.

— Lloverá pronto y tengo que llegar a mi casa.

— Si me dejas hablar te dejare ir, no tienes que responderme, solamente tienes que escuchar, ¿Si?

Quería irme, y si no lo dejaba hablar no podría hacerlo.

— Bien, pero quiero hablar yo primero entonces.— Otro trueno se escucho en el cielo.— ¿Por que me ilusionaste? Estoy muy segura de que yo no confundí las cosas, tu me hiciste pensar que te gustaba, tu me hiciste creer que sentías algo, tus coqueteos, tus abrazos, tus palabras, tus miradas me lo hacían creer.

Con esto vino el llanto, no me interesaba seguir haciéndome la dura con este tema. Cuando el año inicio me dije que no me importaría si me veía débil o no.

— Lo siento.— Sin esperar a que yo dijera algo más, me abrazó pero no le correspondi.

— ¡Dí algo más que solo eso!— Grite. Sentí como la lluvia empezó a caer sobre nosotros.— ¡Se que tienes algo más que decir Hanma!

— Tranquilízate Mad, se que fui un asco pero lo lamento, por eso vine.

— ¿¡Por qué ahora Hanma!?— En cuanto quizo acercarse otra vez, lo golpee en la cara.— ¿¡Tienes idea de lo mal que me he sentido!?

No dijo nada, volví a golpearlo, así hice una y otra vez. Gritaba mientras le soltaba puñetazos y lloraba, mis golpes no lo lastimaban, pero tampoco trataba de pararme. Solo me dejo soltar toda la ira que tenia acumulada mientras la lluvia caía.

— Te abrí mi corazón, confíe en ti.— Me tire al suelo, exhausta por el esfuerzo.

Se agachó frente a mi en silencio, con cuidado apartó mi cabello de la cara para poder mirarme mejor. La venda que cubría la quemadura estaba húmeda y se había aflojado, dejando ver parte de esta.

— Te he odiado tanto durante todo este tiempo.— Murmure, sin apartarle la mirada.— ¿Por qué lo hiciste?

— No quería, te lo juro. Lo que menos quería era hacerte daño. Pensé que alejandote de mi estarías más segura.

— Si es por lo de esos tipos, yo puedo defenderme sola.— Sonrio con gracia por mi aclaración.

— Se que puedes, por eso deje de lado las amenazas y vine a buscarte.— Tomo mi cara entre sus manos, su tacto se sentía caliente en mi piel.— Me encantas Madelynne, todo de ti me gusta y me fascina. Por ti estoy dispuesto a ir por Todo o Nada, con tal sea contigo.

Acabamos con todo lo que nos separaba, incluso el espacio. Nos unimos con un beso, ambos disfrutábamos del momento exacto que estábamos viviendo.

Olvide todos los problemas que habían pasado, deje de lado las peleas, las pandillas, mis hermanos, Rin, Baji, Kazutora, Senju, Takeomi, Shinichiro. Todo desapareció, los olvidé a todo y todos en ese momento para concentrarme solo en el.

A ninguno le importaba nada más que nosotros mismos, queríamos tenerlo todo y no recordar nada.

Mientras nosotros vivíamos aquel momento tan especial, no nos fijamos quien nos veía a la distancia desde las sombras.

— ¿Que harás?

— Dices que ya no te importa Madelynne, ¿Cierto?

— Esta muerta para mi.

— Bien, me encargare de ella, pero por ahora será la única manera de tener a Hanma cumpliendo órdenes.

— No me interesa, lo único que quiero es que le quites a el todo lo que quiere, si yo no puedo ser feliz, el tampoco lo será.

Todo o Nada [Hanma Y OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora