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Narrador.

Mientras la pelea entre Móebius y ToMan transcurría, Maddie estaba en alguna guarida de Reds Serpents, el mes de plazo que le habían dado a la Tokyo Manji estaba por vencerse y habían decidido llevarla a la fuerza para dejar en claro el mensaje que querían darles.

— Tu debes ser Rin.— Le hablo a la chica que estaba de pie frente a ella.

— Así es, fue difícil decidir entre tu y Emma, pero me pareció que eras más fácil de llevar.

— Escuchame bien, será mejor que me dejes ir antes de que se den cuenta. No me interesa los problemas que tengas con mi hermano, eso arreglalo con el.

— Me parece que así no funcionan las cosas aquí.— Una voz externa se hizo presente, era alguien conocido para Maddie.— ¿Como te ha ido estos años Madelynne?

— Mejor que a ti Kazutora. ¿Si sabes que estás jugando con fuego?

El no le respondió, ambos quedaron en silencio mirándose directamente a los ojos, retandose.

— Dejame sola con ella.— No la desobedeció, las dejó solas en aquella amplia habitación.— No nos hemos presentado formalmente.— Camino hasta estar frente a la chica de ojos negros, extendiéndole la mano.

— Madelynne Sano.

— Rin Haitani.— correspondio el saludo, ella tenía una sonrisa mientras que  Maddie estaba sería.— Te pareces mucho a Shinichiro.

Al escuchar aquello se quedó en blanco, ¿La hija de la mafia había conocido a Shinichiro? Se preguntaba así misma, confundida.

— Nunca tuve la oportunidad de conocerte, pero creo que Shinichiro nos hubiera hecho amigas.— Menciono, con toda la tranquilidad del mundo.

— ¿Como conocías a mi hermano?

— Eso no importa, debo irme, vendré a verte mañana quizás.

— Espera.— Rin se detuvo en la puerta a mirar a Maddie, a la espera de que respondiera.— Te doy la oportunidad de dejarme ir.

— ¿Tu, darme una oportunidad? Creo que estás confundiendo los papeles aquí chica.

— No, se muy bien mi posición y la tuya, pero por si no sabes de la mía, intenta preguntándole a Ran y Rindou.

Rin, al escuchar los nombres de sus primos se sintió amenazada, si, tenían el mismo apellido pero no era posible que ella los conociera, ¿O si?

Dejo la habitación, sintiendo una mala espina de todo esto, empezando a pensar que había tomado una mala decisión esta vez.

Aun con la intriga, se dirigió directo a su casa, encontrándose con quienes quería hablar.

— Chicos, ¿Conocen a una persona llamada Maddie Sano?

Los hermanos se miraron entre sí para después mirarla.

— ¿Te refieres a ella?— Le mostraron una foto, asintió al verla.— En realidad se llama Madelynne, y si la conocemos, es la hermana menor de Izana.

— ¿Kurokawa tiene una hermana menor?— Ellos asintieron.

— Vive con su abuelo, pero siempre está visitando a Izana.

— ¿Tu como diste con ella?— Pregunto Ran.— Hasta donde sabemos ustedes nunca se conocieron.

Dudo un momento en la respuesta que les daría, tener un problema con Izana y ellos no era algo que estaba buscando, y por más que tuviera poder no podía ir en contra de las personas tan a la ligera.

— Antes de decirles, tengan en cuenta que no tenía ni la mínima idea de eso.

Mientras ella les explicaba la situación, Mikey buscaba a su hermana al no verla en casa y saber que Emma la estuvo esperando y no llego.

Maddie.

Mi reloj marcaba las cuatro de la mañana, desde que Rin me dejó aquí había estado golpeando la puerta sin parar ya me sentía muy cansada y los golpes estaban dejando de ser tan constantes como antes.

— ¡Hanma, haz que pare o no podre dormir!— Distinguí la voz de Kazutora afuera.

Me alejé de la puerta un poco cuando escuché pasos afuera, alguien tenía un manojo de llaves y estaba por abrir. Me puse en posición, lista para atacar a quien entrase. En cuanto la puerta fue abierta, me lance sobre la persona que había entrado.

— ¡Kazutora, ayúdame!— Grito el chico con el que estaba forcejeando.

Kazutora apareció y me agarro a la fuerza otra que me detuviera.

— Un momento, ¿Que haces tu aquí?— Observe a quien había atacado, dándome cuenta de que era el idiota de las hamburguesas.

— ¿Tu, como es que estás detrás de esto?

— ¿Se conocen?— Me solte del agarre de Kazutora con brusquedad poniendo distancia entre ambos.

— ¿Como es que estas metida aquí bruja?

— Bruja tu madre.

— Es hermana de Mikey.— Respondio Kazutora, haciendo que el desconocido empezara a reír.

— No es posible, tanto revuelo por raptarte y te tuve frente a mi hace unas horas.

— ¿Acabaste?— Me estaba molestando su cara estúpida y burlona.

— Quédate aquí con ella.— Kazutora trato de irse pero lo detuvo.

— ¿Disculpa? No pienso quedarme aquí, además...

— Además, dejaron dicho que ya que no pudiste acabar con Mikey y Draken hoy,  entonces cuidarias de ella.

Sin poder replicarle otra vez, nos dejó a ambos dentro de este lugar, no saldría hoy de aquí, tenía sueño y hambre, lo mejor sería dormir un rato. Me eche en la delgada colchoneta que estaba en el suelo, mientras que el desconocido se quedó no muy lejos de mi.

— No escuche tu nombre.

— Ni lo escucharás.

— Yo soy Hanma.— Se presento con una sonrisa.— Creo que empezamos mal, ¿Te parece hacerlo de nuevo?

— Si aceptara, ¿Te parece que esta es la mejor situación para empezar de cero con cualquier persona?— Observo nuestro alrededor y se encogió de hombros.— Voy a dormir, deberías hacer lo mismo también.

— Toma.— Me lanzó una hamburguesa dn su bolsa, seguía aún caliente y olía bien.— Come.

— Si tiene veneno mis hermanos te mataran.

— No tiene nada de eso ridícula.— Le di un mordisco, seguia caliente aún.

— Gracias.

— Para que veas que no soy un bastardo sin corazón.

El comentario me pareció extraño, pero que más extraño que esta situación.
Después de terminar de comer no paso mucho tiempo para que me quedara dormida.

Todo o Nada [Hanma Y OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora