Epilogo 1: cuando el amor se escapa, nunca dice adios.

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CONTIGO (Sebastián Yatra)

"Me sentí en una soledad tan espantosa que contemplé el suicidio. Lo que me detuvo fue la idea de que nadie, absolutamente nadie, se conmovería con mi muerte, que estaría aún más solo en la muerte que en la vida."

...

-Tia, mira lo que sale aquí.-dice Noe mientras se acerca a mi corriendo con el móvil en la mano.

Mi amiga lleva toda la semana aquí.
Ya han pasado 52 días, de aquel sábado en la playa, de aquella fiesta en casa de Ansu, de aquel día.

-No me lo puedo creer-pronuncio una vez observo la portada de la revista "el mundo"

~La madre de la joven futbolista, Indira León, acaba de destapar todos los trapos sucios de su hija~

"Me pegaba solo porque le pedía que no fuese a fútbol y se quedase ayudándome en casa.
Estábamos solas y yo no podía hacer todo sola"

-Lo acaban de publicar y en Twitter estás en el número uno de deportes.

-¿Pero esta señora que se ha metido?

-Tia, mira lo que ha puesto el club.-Expresa mi amiga con preocupacionmientras me cede su móvil.

"Confiamos en nuestra jugadora y no creemos que haya podido hacer eso. Pero ante las dudas, hemos decidido cancelar el contrato hasta que nos demuestren que es mentira. No es de nuestro agrado tener jugadoras con tal ambiente en el equipo"

-Pero, Pero, Pero. ¿Que es esto?.

-Que cojones está pasando, tía.

"También hay información de fuentes externas, sobre que mintió al futbolista Eric García, para conseguir hacerse con su dinero.
El gobierno lo está estudiando y no se descarta una visita a los tribunales"

-Habla con Eric, tal vez el puede convencer a la gente.

-Tia, está enfadado.

-Pues no sé qué podemos hacer.

Millones de gritos se comenzaron a escuchar. Noe y yo nos asomamos a la ventana lo mínimo posible, para evitar que nos viesen e intentar evadir el peligro de que nos arrojarán algo.

Toda la calle estaba llena de gente que me insultan y lanzaban objetos diferentes hacia mi casa.

-Tenemos que salir de aquí.

-voy a llamar a ansu.-Noe vuelve a encender su teléfono y marca el número del recién nombrado, mientras yo meto lo esencial en una pequeña mochila.- dice que está aquí en cinco.- yo asiento y continuó metiendo cosas.

Cuando llega el moreno, salimos con cuidado de que nadie nos viese y nos subimos al coche.

-¿Que cojones ha pasado?-pregunta una vez estamos dentro.

-Mi madre ha vuelto ha hacer de las suyas.

-No me jodas...

El rueda los ojos y vuelve a poner el coche en marcha, está vez hacia su casa.

-menudas racha me llevas.

-no me lo recuerdes.-rio por no llorar.

Ansu aparca en su garaje y pasamos a dentro.

-¿Y qué vas ha hacer ahora?

-si quieres puedes quedarte aquí, hasta que se solucione todo.-se ofrece a su y yo lo agradezco.

-He pensado en ir a casa de mi progenitora, así hablaré con ella.

-Puedes acabar muy mal.

-Siempre corremos ese riesgo, pero no voy a dejar de conducir por mucho miedo que tenga a chocarme.

-Eres una cabezota.

-ya lo sé.

El rodó los ojos.

-voy a dar una vuelta, ahora vuelvo-y antes de irse le susurró algo a Noe.

Fruncí mi ceño, no sabía que trataban, pero daba por seguro que era por mi.

Llevaba hecha polvo desde que pasó lo de Eric, me sentía vacía, pero a la vez ya me daba igual. Se podía decir que me había acostumbrado a sus idas y venidas.

Me dejaron sola en la casa, mis amigos se fueron y no sé a dónde. Yo estuve pensando en su me quedaría aquí a vivir mientras todo se arregla o irme con mi madre.

A los diez minutos tocaron la puerta.

Suspiré y me levanté a abrir dicho objeto.
Una vez lo hice, me sorprendió ver a aquel hermoso chico moreno de barba escasa delante mía, mirándome con una sonrisa de oreja a oreja.

-Indira...

-¿Que haces aquí? Ya me mandasteis a la mierda hace días -dije llena de ira.

Di un paso atrás y el se acercó de nuevo a mi.
Veía a mis amigos atrás, claramente habían sido ellos.

-Aléjate de mí... La rabia y la asfixia se iban apoderando de mi.

-No quiero alejarme de la única persona que me hace sentir vivo.

-¡ESO DEBISTE DE PENSARLO ANTES! - grité empujándolo.

-Aquella noche me destrozaste. Sabías que nadie más tenía ese poder en mí.-Mientras see acercaba, no apartaba su mirada sobre mi.- Por eso me prometi no volver a sentir ese dolor nunca más.

-Indira, me equivoqué...

-Cuando alguien se disculpa y vuelve a hacerlo. No es disculpa, es manipulación. Y no es la primera vez que lo haces.

-Me has hecho abrir los ojos, me has hecho ver que de verdad te quiero.

-me hicistes mucho daño.-aparto la mirada.

-Indira, por favor. Volvamos a ser amigos, volvamos a conocernos.

-No respondisteis ninguna de las cartas que te mandé.

-Entiendeme, la gente me hizo entender cosas que no eran.

-¿Y no crees que habría sido mejor hablarlas conmigo? Podrías haberme dado alguna explicación y así, al menos, haber evitado que me hundiera en el abismo -mis ojos comienzan a cristalizarse.

-Por favor, confía en mí de nuevo. Se que no me lo merezco, has hecho todo por mi. Pero déjame demostrarte que he aprendido.

-No se, Eric.

Mis amigos ya se habían ido, agradecía que nos hubiesen dejado privacidad en un tema tan personal.

-Prometo ayudarte. Me acabo de enterar de lo que ha pasado con tu madre y de lo que dicen de lo que pasó con nosotros ¿Estas bien?

-Estoy acostumbrada, no me molesta.

-Aunque el tiempo nos separase, aún te conozco mejor que nadie y sé que no lo estás ¿Que te duele? ¿En qué piensas tanto? -y tras esas dos preguntas no pude evitar comenzar a llorar mientras cubría mi rostro con ambas manos.

-hey, no pasa nada.-note como sus brazos me rodeaban y volví a sentirme en casa.

Y sabía que no debía brindarle confianza tan rápido. Pero diablos, era el, Eric. Era mi perdición, no podría rechazarle, si después de todo, el era el amor de mi vida.

-¿Puedo quedarme? -Extendio su mano agarrando las mías frías, y con delicadeza las llevo a mi cálida mejilla. Pude atravesar con solo el tacto sus miedos; me adentré en su piel sin necesidad de quitarnos la ropa, sintiendo su dolor, comprendiendo sus pensamientos....

-Me dolería si no lo hicieras.

Y esto demuestra, que el tiempo cura lo que el amor destroza.
Y aún así, se sigue hablando mal del tiempo y bien del amor.
Porque ellos no eran amantes, ni novios y no creo que fuesen amigos. Peor lo que estaba claro, es que estaban hechos el uno para el otro.

-Te querré siempre.

-Eso es mucho, ¿no crees?

-tienes razón, te querré casi siempre.
Toda la vida, pero no todo el tiempo.

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Intentaré hacer la historia
lo más ligera posible.
Espero que os guste.

Bailemos lo bailado #1 |Eric García| {En Corrección}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora