Epilogo 2: El final siempre está escrito desde el principio.

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CUANDO EL AMOR SE ESCAPA (Morata)

"Cuando el amor se escapa, nunca dice adios"

...

Y efectivamente me quedé en casa de Eric.
Acordamos quedarnos como amigos y volver a conocernos, todo sería diferente. Empezar de cero.

Cada uno tenía su novio, yo he vuelto a intentarlo con Teseo, aunque me sabe mal el hecho de hacerlo cuando mis ojos solo miran a Eric.

Ya llevaba dos semanas en su casa, la gente aún seguía criticandome y mi madre seguía mintiendo a los medios.
No podía salir de la casa del moreno, ya que no me quieren ni ver en el club.

Mis compañeras constantemente me mandan mensajes de apoyo, ellas saben que yo no soy como narra mi progenitora.
Que se ve que ha dejado a mi padrastro y ahora se aburre.

-Hola Indi --dice Eric cuando entra a la casa mientras deja su mochila de entrenamiento.

Yo solo le miro y sonrio.
El da un salto y se sienta en el sofá a mi lado.

-ahora viene Maya-me explica y yo asiento-. Supongo que habrás quedado con Teseo, así que si quieres podéis subiros al balcón de arriba y así no nos molestamos ni nada.

-Vale, gracias.

-Ya sabes que me encanta ayudarte.

El sonríe y me muero de ternura, me encanta como le quedan esas gafas negras de pasta.

Tras un tiempo recibí un mensaje de Teseo, en este decía que el me recogía para ir a su casa.

-Eric-pronuncio para llamar su atención.- que me acaba de decir Teseo que prefiere que tengamos la cita en su casa.

-Vale, me parece perfecto. Yo estaré aquí con maya.

Nunca había visto a maya, la verdad. Me había hablado bastante de la chica y por lo que sabía era preciosa.

Yo ya iba a tener mi segunda cita con Teseo, aunque no me hacía mucha ilusión. Todos sabemos que el hombre de mis ojos es Eric.

-pero no vayáis a hacer guarradas-el ríe.

-eres una marrana.

-perdona- me hago la ofendida-. ¿Y tu qué eres?

-Tu alma gemela.

Los dos nos jartamos.

Durante estos días ya era costumbre este tipo de tonteo entre nosotros, no se porque, pero yo me seguía ruborizando.

Entonces, tocan el timbre y Eric se levanta rápidamente para abrir.

En la casa entra una chica morena de mechas rubias, ojiazul y bastante guapa.

-Hola-saluda ella amablemente para seguidamente besar a Eric.

Pero cuando le vi con ella, se me rompió el corazon y me entraron ganas de salir llorando de ahí.

Ella es perfecta, pero porque yo no.

Decido levantarme e irme ha cambiarme a pesar de que aún quedaba una hora para que Teseo viniese a recogerme. No quería ir, sinceramente quería quedarme con Eric.

-Indi, Teseo te está esperando fuera-me grita Eric desde el piso de abajo y yo voy corriendo.

Bajo y me despido del moreno y su amiga. Para salir afuera y encontrarme al griego apoyado en la puerta delantera de su coche.

-que guapa eres-dice mientras me acerco y yo le devuelvo una media sonrisa.

-Tes...--digo inclinando la cabeza mientras le miro y piso mi mano sobre de mejilla-. No puedo ir, no me encuentro bien haciendo esto. Perdón.

El chico se queda sin palabras, pero consigue fabricar una respuesta.

-Esta bien, te comprendo...

Yo le dedico una sonrisa sincera y le abrazo.

-consiguelo y hazle el hombre más feliz del mundo, se nota que os queréis-me susurra antes de separarnos de aquel abrazo. Yo sonrió y le abrazo más fuerte.

Vuelvo a entrar en la casa, captando la atención de la pareja, y viéndoles super juntos, haciéndome daño y produciendo que una lágrima resbala se por mi mejilla. Subl a mi habitación sin decir nada, ignorando las preguntas del catalán.

-¿Que ha pasado, Indira?

Sabía que me seguiría, ponía la mano en el fuego por ello. Y lo que necesitaba ahora, lo antes posible.

-¿Indira? ¿Estas bien?-pronuncia el castaño irrumpiendo en mi habitación.

-si, tranquilo.

-¿y tu cita con Teseo?

-he decidido no ir.

-¿Por qué?

-preferiria estar con alguien más.

-¿Con quien?

-contigo-él se sorprende.

-ya sabes que tengo novia.

-Lo se, y me rabia ver cómo ella sí y yo no. Ella es perfecta y guapísima.-digo en sollozos.

El se acerca cuidadosamente y coloca un mechón de pelo destras de mi oreja.

-si me perdonas, no volveré a hacerlo jamás.

-¿El que? -apoye mi mejilla en la tela de su camiseta y me acarició el pelo.

-Hacerte llorar. Pensar en ella antes que en ti. No hacerte feliz...

-No quiero hacer esto así .-lloré.

-La voy ha dejar, la dejaré. Lo juro. Pero tienes que esperar.

Y así fue como me convertí en el tipo de chica que creí que me había jodido la vida. Así entendí que juzgar no tiene sentido, que la vida no es o blanca o negra y que hablar del camino de otro si no lo has andado con sus mismos zapatos es absurdo.

Le abrazo y el me mira sonriendo.

-Tienes unos ojos preciosos y una sonrisa que provoca mil más. Pero lo que te hace ver más increíble es el gran corazón tan único que tienes, el cual prometo cuidar como si fuera mío.

Y así me cogió del mentón y planto mis labios contra los suyos, moviéndose a la perfección.
Había buscado este momento millones de veces sin pensar en lo siguiente.

-cuanto dolor tuvo que pasar para que tú y yo fuéramos de verdad-murmuro separándolos para volver a unirnos en otro beso.

Y de pronto llegará alguien que baile contigo aunque no le guste bailar y lo haga solo porque es contigo.

«Que durará siempre, que no tendrá fin».

Con él, necesito vivir el presente junto a cada centímetro de su piel, con cada uno de los versos que te envuelven, con cada una de nuestras miradas y de todos los te quiero que nos dedicamos.

Lo nuestro es sempiterno y no necesitamos pararnos a pensar en lo que nos pueda deparar el futuro.

Juntos iríamos a ciegas, sin temerle a los refranes y dispuestos a arder mientras que sea al lado del otro.

Pero todo tiene su fin y esto aún no ha acabado.


Bailemos lo bailado #1 |Eric García| {En Corrección}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora