O14

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O14: It is not, a real job.

Real life.


—Es aquí —Alexis paró el carro en la cuadra que ella señaló, era una bonita casa con macetas en las ventanas.

—Es muy bonita —Afirmo— Es decir, para la ciudad de México —.

—Sí... Mi papá arreglo las macetas para las plantas de mi mamá —Hablo en un tono desanimado, se puso a jugar con sus dedos, antes de que Alexis apagará el carro.

—¿Entonces estás segura de que quieres hacer esto?— pregunto al no verla tan convencida.

Ella suspiro fuertemente y tomo la manija del auto. —No, pero tampoco puedo seguirlo evitando. —.

Ambos voltearon a ver cómo el señor Olivares salía de la puerta de su casa, al parecer el momento había llegado. Ella bajo del auto, y cuando Fernando dirigió la mirada al auto para ver al piloto el sonrió y saludo nerviosamente con la mano.

El señor solo se volteo y tomo a su hija por la espalda haciéndola meterse a la casa. Alexis miró cuando se cerró la puerta y luego bajo la ventana, Checho su reflejo en el espejo para encontrar la razón de tan fria mirada que le habían dedicado, pero al no encontrar nada físico solo resoplo y se recargo en el marco de la ventana.

—¿Quién es ese?— Fernando pregunto luego de cerrar la puerta tras su hija.

—Ni un hola, vaya— dijo decepcionada pero no sorprendida.

—¿Quién es quién?— pregunto curiosa violeta sacando la cabeza de la cocina. Cuando vio a su hija la abrazo pero ante una mirada de Fernando la dejo ir, regreso a la cocina por lo que estaba haciendo. Buscando un bote de helado, pero aún así se quedó viendo a lo lejos como su esposo se llevaba a Olivia a la sala.

—Un chavo trajo a tu hija en coche, y se estacionó ahí afuera.— Dijo Fernando, provocando que Violeta fuera a ver a la ventana. Cuando diviso en coche le parecio extraño, intento buscar a su hija con el contacto visual pero ella estaba preocupada mirando a otro lado.—¿Quien es?— miro a su hija directamente.

Esto hizo soltar un suspiro a Olivia. —Es un amigo, me acompaño desde Monterrey y ahora me estoy quedando en su casa mientras estoy aqui de visita— evitó el contacto visual de su padre quien ya se le miraba molesto.

Fernando se removió en su asiento —¿Entonces no piensas regresarte?— con su lengua empujó su mejilla, reprimiendo un impulso de gritar lleno de irá.

Ella trago en seco, esperaba que la plática fuera más larga. —No, lo siento —.

El suspiro, abatido no sabía bien que era su próxima acción, y al parecer no era nada coherente.

[...]

Nunca sabes cuándo te pueden tomar una foto a escondidas

Pensó para si mismo cuando se acomodaba el gorro mientras miraba su reflejo en el retrovisor. Estaba inquieto había dejado de contar los minutos después de que se cumplió una hora sin saber nada de ella.

No se escuchan gritos, lamentos, o nada por el estilo, así que suponía que estaba bien todo. Con un poco de incertidumbre miro hacia atrás en el auto, recordando como usualmente va lleno de gente pero en este momento el se encontraba completamente solo. Espacio que le daba para poder pensar demás que era lo que estaba sucediendo.

Starboy: QuackityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora