O24

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O24: not paranoid, realist

Real life.








—So guys, please— (Por eso, chicos, porfavor-) El entre risas pidió a su chat un poco de AUTO CONTROL, cosa que al ser tantos expectadores no pasaba muy seguido. —Lets calm down for a bit— (calmemonos un poco). No obstante, volvió a reírse como su chat parecía gritar más fuerte por medio de sus mensajes de texto, preocupado un poco por la integridad de sus moderadores ordenó poner el modo emotes.

Un grito de dolor se escuchó de fondo, poniendo en alerta al joven frente a la cámara. Al no estar cerca de la cocina le preocupo su invitada. Miro por ensima de sus pantallas y luego a la cámara algo preocupado de que podría ser.

—I'm gonna go for a few minutes, you calm down while I'm gone— (Me iré por unos minutos, cálmense mientras regresó) se excuso de sus espectadores y procedió a pararse de la silla.

Llegó básicamente corriendo a la cocina, dónde encontró a Olivia sosteniendo una bolsa de guisantes contra su mano, y el aceite hirviendo con papas con forma circular.

El se acercó tomando la mano de Olivia entre las suyas, viendo apenas un color rojizo en el dorso de su mano izquierda, paso su dedo suavemente  sobre la herida y ella se quejo. Al escuchar el suspiro de ella, el soltó un suspiro de Alivió.

Ella lo miro confundida ante su suspiro de alivio, frunció el seño antes de reclamar —¿Te agrada que me quemará con aceite?—.

El río por lo bajo —No, me alegro de que tus nervios no se hayan quemado—.

—¿Cómo?— Pregunto incrédula.

Alex apagó el fuego de la estufa, y llevo de la mano a Olivia al estudio, sin intenciones realmente de revelar que estaba con el, así que la dejo esperando detrás de sus pantallas, y apareció nuevamente por cortos segundos en la cámara, solo su torso, alcanzando algo de aún lado de su escritorio. Saliendo otra vez de cámara, pero golpeando su micrófono, provocando que este se desconectara por unos breves segundos, y el programa de streaming activará el micrófono de la cámara conectada a la computadora.

—Tienes que tener más cuidado— Dijo Alex, quitándole la bolsa de guisantes, y tomando un poco de la pomada que tomo de su escritorio para aplicarlo en la reciente herida.

—Lo siento, quería cocinar algo rico— Hizo un puchero.

Acto que enternecio y suaviso la mirada del azabache. —No tienes porque, no viniste a servirme, viniste a tomar un descanso—.

—Lo sé, pero, me siento mal no haciendo nada— Suspiro algo frustrada. —Además, desde la vez de los Nuggets mal fritos no confío en tu cocina casera—.

El soltó una carcajada —Que culera, —Dijo cerrando la pomada— ¿Por qué no pedimos delivery?—.

Eso cambio la expresión juguetona de Olivia por una de mortificación. —Por favor no, Alexis— Suplicó.

—¿Por?— Extrañado y sin la versión completa de las cosas hizo una mueca de confusión.

Ella abrió la boca para gesticular alguna letra, pero no salió, entonces solo suspiro nuevamente frustrada.

—Lo pediré yo, te prometo que será algo bueno, no toda la comida de los united es una basura—.

Ella, sin ser capaz de hablar la verdadera razón porque no quería pedir por delivery, solo asintió y apretó los labios.

—La voy a pedir y luego bajaré por ella—Dijo el Moviéndose por el cuarto. —¿Quieres algo en específico?— Ella negó en silencio, haciendo que el se preguntara la razón del comportamiento distante cuando hablamos de hombre que reparten comida a domicilio.

Starboy: QuackityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora