SA | ❝ Déjame tomar tu mano y demostrarte que hay un camino hacía la tranquilidad.❞
Siempre se solía decir que la amabilidad y la lealtad de un Hufflepuff no encajaría jamás con la astucia y ambición de un Slytherin, pero que grande equivocación. Le...
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Después del incidente de su amigo, Tom se mantuvo más alerta ante los acercamientos de Grace hacía él, aunque no fue tan complicado como pensó debido a que la chica era consiente de que su plan había fallado y ahora ni siquiera lo miraba a los ojos.
Por otra parte, el pelinegro pensó que lo mejor era guardar silencio, así que Leia no tenía el conocimiento de los hechos.
—No sé que es lo que le pasa —comentó Connor cabizbajo y con las manos entrelazadas sobre sus rodillas —. No tengo la mínima idea de que pasó, no le he hecho nada malo para que pasara esto.
La castaña le dedicó una mirada de compasión a su primo y formó una línea recta con sus labios, al mismo tiempo que sobaba su espalda para brindarle apoyo. Tom sintió mucha pena por el rubio, pues a pesar de pertenecer a la casa que aburrecía, era su amigo desde que recordaba y un buen chico, mencionando que era el primo de Leia.
—Es algo muy insólito —agregó Leia en un murmuro compasivo —. Grace no es de esa forma, seguramente le sucedió algo y no quiere hablar del tema. De igual manera lo hace conmigo, a mi también me ha estado evitando la mayoría del tiempo.
—Pero a ti al menos te habla un poco —replicó Connor —. A mi ni siquiera me voltea a ver. Estoy desesperado porque probablemente esté molesta conmigo.
Tom se incorporó y se puso frente al rubio para mirarlo con atención.
—¿Por qué estaría molesta contigo? Tú mismo dijiste que no le has hecho nada malo.
El aludido levantó su vista del suelo y observó a Tom, que tenía los brazos cruzados y la frente levemente fruncida.
—Ya no sé nada, de verdad que no.
—¡Ánimo, Connor! —Tom intentó hacer sentir mejor a su contrario —. Si ella fue la que se alejó sin dar una explicación, eso significa que tú no eres el problema, y tal como dice Leia, tal vez le sucedió algo y no quiere comentarles. Deja que el tiempo pase y verás que se resolverá, y si no es así, hay más chicas a las cuales les gustaría estar contigo.
—Tom tiene razón —continuó Leia, con una sonrisa —. Eres genial y también eres un amor.
—Y no olvides lo guapo.
Connor miró a Tom y una risa salió de sus labios.
—Gracias por apoyarme —musitó el rubio, dejando salir un pesado suspiro —. Dejaré que las cosas fluyan y no forzaré nada.
. . .
—¿Por qué me me has estado evadiendo?
Leia se encontraba parada frente a la cama de Grace, quien en ese momento se hallaba recostada con un libro entre sus manos.
