Si, ella siempre es mucho mejor de lo qué imagino, por eso es Mi Novia – responde Liam con una sonrisa.
MORÍ, AYUDA, AUXILIO
Liam – digo sería.
Tranquila Carolina ya sabía qué Liam es un controlador pero siempre que lo dejes aquí estaré – dice guiñando un ojo.
《En serio Muero!!》
Está es a mi parecer una estúpida broma por la mirada y sonrisa burlona de Liam y Hendryck.
Basta, yo no soy su juego – suspiro – Liam ya qué eres el presidente y amigo de Hendryck creo qué puedes ser su guía – digo y no espero su respuesta – siendo asi me retiro, un gusto Hendryck pasen buen día – concluyó y salgo de ahí.Camino directamente hacia la oficina de mis amigas.
Hombres!! – digo entrando a la oficina de Ali donde está Estefanía también.
¿Qué tienen los hombres? – dice Estefanía.
Están locos – respondo.
¿Y ahora qué paso? – pregunta Ali.
Y así inicio contándole a ambas de los besos raros de Liam, de Hendryck y qué estoy más confundida qué Lester con una sopa de letras!!!
Esto es… no sé – dice Estefanía.
Perfecto – dice Ali.
Hey! Deberían ayudarme no apoyarme – digo hasta rimando.
Es qué bueno… ambos harían una bonita pareja, además llevas tiempo de no estár en una relación – dice Estefanía con una sonrisa.
Se supone deberían ser razonables hay muchas razones por las cuales no seríamos compatibles – murmuró viendolas de reojo.
Lina, ¿Liam te gusta? – pregunta directamente Ali.
Pués… - balbuceo mientras recuerdo la primera vez que lo vi, cuando fuimos de fiesta, cuando me vio ropa interior, cuando me beso, hoy qué dijo que yo era su novia…
Ese color rojo de tus mejillas me dice que sí – dice Ali sonriendo.
No, no me gusta o si? Hay no sé – vuelvo a quejarme.
¿Lina te gusta? – pregunta incrédula Estefanía.
Creo qué si, no sé estoy confundida – susurro.
Esto es sorprendente, un milagro! – exclama alegre Estefanía.
Hey, se supone deberían decirme cosas como es tu hermanastro, sus padres se casarán, él solo quiere jugar no sé miles de cosas – digo frustrada.
Lina yo te quiero mucho, Si Liam te gusta asegúrate de qué el sentimiento sea mutuo, si deciden darse una oportunidad háganlo sabes qué siempre te deseo lo mejor, y olvida de quién es hijo solo son dos personas que comparten ideales, trabajo, sentimientos pero Nunca Sangre.. se feliz Si? – dice suave Estefanía.
Está bien – digo con un nudo en la garganta – las veo luego debo hacer algo – digo saliendo de ahí lo más rápido qué puedo.
Salgo de la empresa y me dirigí a mi auto, subí y maneje hacia el lugar donde siempre encuentro paz.
Necesito pensar bien, aún no estoy muy segura de qué Liam me gusta.
Y aunque me gustará, no se si el sentirá lo mismo, o si solo seré algún estúpido juego. Tampoco puede preguntarle qué tal y si dice que no, que solo quiere divertirse no permitiría que todo fuese solo un juego.
Siempre de cabezota, bien qué mueres por él
Pongo música de fondo mientras manejo aunque mi cabeza está ausente…
Voy por la calle qué me lleva directo a la autopista norte cuando siento una fuerte luz en mis ojos, al momento de cerrar mis ojos por reflejo, escucho a lo lejos el sonido de algo impactando contra mi auto
Haciendo qué este gire varias veces, haciéndome golpear fuerte la cabeza…
Mis ojos se van cerrando levemente mientras mi cuerpo empieza a doler como nunca.
Intento moverme pero siento un fuerte dolor en el abdomen, dejo de intentarlo siento un líquido caliente y mojado recorrer diferentes partes de mi cuerpo.
Lo último qué veo es el recuerdo de la muerte de papá…
Oscuridad va cayéndose sobre mi mente y cuerpo.
Está cada vez se hace más fuerte, siento la respiración cada vez más costosa y pausada al entrar por mis fosas nasales…
Un dolor indescriptible en el pecho me hace querer gritar pero no puedo…
Papá jamás creí morir así… Te amo pronto te veré de nuevo…
Liam creo qué jamás llegarás a saber qué me gustas como nunca me gustó nadie… pienso.
Oscuridad, siento qué mi cuerpo deja de ser pesado, mi respiración más costosa hasta qué creo dejo de respirar.
Pierdo noción de tiempo, vida y espacio…
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Una Vida No Tan Vida.
Short StoryNo siempre creas en las personas... Recuerda que somos como las monedas, nunca sabes que lado te toca.