Capítulo 17

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CAPÍTULO 17
UNA OBRA DE PICASSO

Brenda.

El chofer abrió la puerta trasera del cuatro por cuatro invitándome a entrar. Abandoné la clínica Kozlov después de mi cita con el ginecólogo. Viktor era quien llevaba las gestiones médicas, y saltarme alguna de las citologías no entraba en sus planes.

¡Dichoso maníaco!

Temporal frío como era tradición en Rusia. Las nubes cubriendo el cielo gestando un diluvio.

Espero llegar antes a la mansión.

Mi relación con la fundadora Kozlov había depravado considerablemente. Desde luego la noticia hizo que me odiara aún más que antes.

—¿Necesita que la lleve a algún otro lado? —habló domando el volante, centrado en la conducción.

—No. —respondí. —Gracias, Nikolay.

Él era el único aliado que tenía ahora mismo. No es que fuésemos precisamente amigos del alma, pero Damon y Katya ampliaron su estancia en Italia dejándome sola ante esta panda de villanos.

Viktor regresaba mañana de su luna de miel en Hawai con la estúpida esa. La madre Kozlov aprovechó su ausencia para persuadirme.

Sus intenciones eran más que obvias. Sonrisa inocente. Ojitos de niña buena. Solo para que reconsiderara mi noviazgo con Hugo.

¡Ni de coña!

Nikolay recogió mi abrigo para colgarlo en el perchero de la entrada. La señora del hogar aguardaba en un rincón como soldado.

—¿Han salido bien las pruebas? —averiguó la madre de Viktor con sus brazos cruzados.

Claramente quería asegurarse de que la semilla de Viktor no estuviese fecundando en mi vientre.

—Si. —confirmé subiendo las escaleras para esconderme en mi habitación.

Casi escupo el corazón por la boca cuando vi un paquete en mi escritorio. Era minúsculo. También iba acompañado de una nota.

¿Y si es de quien nos quiere muertos?

Escaneé mi alrededor por inercia. No era la primera vez que tenía la sensación de que me observaban. La mansión Kozlov tenía secretos.

Y los iba a destapar.

Sin más preámbulos, abrí la carta.

Salutaciones, agente Davis.

Nos alegramos enormemente de su regreso a Moscú sana y salva. Hemos creído conveniente traerle sus pertenencias debido al peligro que corre. Por otro lado, traemos novedades. Hay alguien del que no obtenemos identidad, y planea derrocarle a usted y al agente Clark. Al igual que a su esposa. Suma prudencia.

Pronto organizaremos una quedada.

Atentamente,
El misterio General.

¿Sabían qué Katya era la esposa de Damon?

Necesitaba que mi amigo volviera para darme explicaciones, porque esto ya era el colmo.

El envoltorio crujió entre mis manos cuando rasgué el papel impaciente. Un remolino de alegría se posó en mi estómago al ver mi teléfono con su cargador.

Tenía veinte llamadas de mamá. Así que tecleé su número porque conociéndola, estará histérica.

Ni alcanzó el primer tono.

—¡No me hagas esto nunca más! —su chillido fue tan estrepitoso y agudo que me vi obligada a apartar el auricular de mi oído.

—Lo siento, mamá. —me disculpé. —Se que no es excusa... pero he tenido muchísimo trabajo.

TAIPÁN ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora