- Como pueden ver, hemos trabajado a conciencia en el diseño del interior del edificio y restauraremos la fachada... sería una pena no aprovechar el impacto visual de un edificio que data del año 1735.
- Es una gran propuesta señorita - dice el señor McMiller. - ¿Cuándo podrían empezar?.
- Ya mismo, en cuanto usted...
- Señorita Manobal... - una mujer aparece por la puerta algo tímida. - Siento molestarla en medio de la junta pero... ¿tiene un minuto? Es importante.
- Disculpe señor McMiller. Puede ir echando un vistazo a nuestra propuesta y nuestros plazos en el documento que tienen usted y su equipo justo delante.
El señor McMiller asiente y toma la carpeta perfectamente cuidada mientras echa un vistazo y comenta algo con sus colegas.
La castaña de porte alto y ojos grises rápidamente acude hacia su secretaria.
- ¿Qué sucede Tzuyu?, Fui específica cuando dije que no quería molestias en este día tan importante.
- Lo sé señorita Manobal, pero han llamado del colegio de sus hijos. Debía pasar por ellos como hace dos horas y...
- ¡Lalisa! - la castaña gira en dirección a la voz que se acerca a trompicones y tira de ella rápidamente. - Hace como una hora debías estar en el maldito juzgado ¿se puede saber qué cojones haces?.
- Oh santa mierda... - la castaña abre los ojos rápidamente y entra corriendo a la sala. - Disculpe señor McMiller, tengo un asunto familiar urgente.
- Lo comprendo señorita Manobal, pero...
- Por favor. Estudie mi propuesta, mi equipo se pondrá en contacto con usted. Tzuyu les tomará los datos. - dice tomando su tablet y su maletín corriendo hacia la salida sin dejar al hombre replicar.
Sale por la puerta a pasos apresurados seguida por aquella castaña que la sigue dando zancadas largas.
- ¿No me digas que lo has olvidado? - dice mientras observa a la más alta apretar incesantemente el botón del ascensor.
- No lo he olvidado es solo que... - dice observando el reloj de su muñeca. - Estaba tan...
- Maldita sea Lisa... ¿sabes que esto no le hará ninguna gracia?.
- Lo sé, lo sé - dice tirando de la más bajita hacia dentro del ascensor.
Lisa se acomoda la chaqueta y resopla mientras observa los números de los pisos pasar preguntándose por qué demonios decidió poner su oficina en la maldita última planta de un edificio de veinte pisos que ella misma construyó. Ahora le parece lo más estúpido. Sin embargo, cuando decidió construirlo se sintió orgullosa, como si hubiera hecho una verdadera proeza arquitectónica.
Lalisa Manobal es arquitecta, la mejor de todo Inglaterra y posiblemente del mundo. Cientos de adinerados empresarios la buscan para que logre definir, reformar, construir o restaurar las sedes de sus negocios o incluso crear nuevas construcciones para uso público o privado y, por supuesto, eso le da una vida de lujos que está orgullosa de admitir es la envidia de todos sus colegas. A sus 32 años, es la arquitecta más joven en haber conseguido consecutivamente cuatro Premios Pritzker, entre otros títulos que cuelgan en una gran pared de su lujosa casa en el exclusivo barrio de Belgravia, entre los distritos de Kensington, Chelsea y Westminster. Además de encontrarse entre las diez empresarias más influyentes del mundo, un título que se ha ganado con mucho esfuerzo y trabajo... días y noches sin descanso tenían que tener su beneficio ¿cierto?.
Lisa es la envidia de los grandes empresarios... una vida de lujo, una mujer influyente y galardonada con una hermosa familia... probablemente a la altura de la familia real. Pero Lisa sabe que no es oro todo lo que reluce...
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30 Songs
FanfictionRosé está frente a aquella caja pesada que Lisa ha dejado sobre su escritorio junto a una nota. Realmente no sabe qué hacer con ella, quizá está perdiendo su tiempo... como este último año... Sin embargo, se trata de Lisa y todo lo que tenga que ver...