21. Flying without wings

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- ¿Así que la besaste? - Lisa asiente mientras toma un trozo de bizcocho de chocolate y le da un mordisco. - ¿Y...? - Lisa frunce el ceño en dirección a su hermana que la mira expectante.

- Fue mágico - sonríe. 

- Y ahora tú y ella...

Lisa sonríe y bebe un poco de té mientras rememora la noche anterior.

Flashback

Lisa mira a Rosé desde el marco de la puerta del baño, ella parece dudar de qué hacer... lleva así un buen rato sin percatarse de que ella ya ha terminado de usar el baño. Una sonrisa se forma en sus labios mientras se acerca lentamente.

- ¿Estás bien...? - le pregunta haciendo a la rubia sobresaltarse, lo que provoca una risita divertida en la castaña. 

- Yo... uh... sí, estoy bien. Es solo que... ¿estás segura de que quieres esto?.

Lisa sonríe y toma entre sus manos el rostro de la rubia que se deja llevar por el contacto y siente sus piernas flaquear. - Estoy segura. - deja un casto beso en los labios de su esposa y luego sonríe.

La rubia entonces asiente y se deja conducir por su esposa hasta el borde de la cama. Ambas suben y se acomodan en sus respectivos sitios, lo que provoca una sonrisa en Rosé. 

- ¿Qué es tan divertido? - pregunta la castaña.

- Oh solo... es... es extraño pensar que has olvidado cuando realmente recuerdas inconscientemente cuál es tu lado de la cama - Lisa suelta una carcajada que deja confundida a su esposa.

- Yo no he dicho que vaya a dormir en este lado - dice y a continuación se acerca aún más, invadiendo el espacio de Rosé mientras tira de la manta y se acurruca a su lado.

La rubia se tensa y siente un escalofrío recorrerla cuando siente los brazos de Lisa rodeándola y acercándola más a ella. Ambas quedando frente a frente. Rosé cierra los ojos cuando siente los delicados dedos de Lisa dejando caricias en su frente, recogiendo los mechones de su rubio cabello y colocándolos detrás de su oreja.

Lisa observa a Rosé entreabrir los labios y sabe que se muere por preguntar de dónde ha venido todo esto. Así que suelta aire y lo dice.

- Aún no recuerdo - y puede ver como si algo se rompiera en los ojos de Rosé. - Escuché la cinta y algunos pequeños flashes me vinieron a la mente. - Rosé asiente levemente. - ¿Estás triste?

Rosé medita su respuesta, quiere decir que no, porque realmente una parte de ella está feliz porque su esposa quiera volver a dormir junto a ella, por los besos que ahora le regala, por lo feliz que se sintió cuando los mellizos llegaron y las vieron abrazadas mientras preparaban algo para comer y corrieron a abrazarlas. No habían tenido tiempo para hablar, simplemente se sintió tan natural que continuaron con el día, como si nunca hubiesen dejado de vivir en la normalidad. Pero no puede evitar que su corazón que latía con esperanza, ahora lata con ese pequeño deje de tristeza. Así que se decide por decir la verdad.

- Tenía... tenía la esperanza de que hubieras recordado lo nuestro.

Lisa asiente sin dejar de dar caricias a las abultadas mejillas de la rubia. - Lo siento - susurra. - Siento que esperes por mí... 

- Esperaré el tiempo que haga falta - dice - incluso si eso nunca ocurre, porque no quiero perderte Lili, tú eres mi para siempre.

"Siempre..." la palabra vuelve a hacer eco en la cabeza de Lisa que cierra los ojos apretándolos con fuerza e inmediatamente siente las manos de Rosé acariciando su rostro y abre los ojos para encontrarse con esa mirada preocupada.

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