Capítulo seis.

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PABLO GAVI

Llegamos al hotel después  de atender a la prensa de después del partido, son casi las diez y media pasadas de la noche y sinceramente estoy deseando pillar la cama porque estoy muerto.

La prensa me ha preguntado bastante por mi gol dedicado de hoy pero yo he evitado la pregunta todo lo que he podido, no quiero involucrar a Mar demasiado en esto y creo que tampoco tengo que dar explicaciones porque al fin y al cabo y tristemente no somos nada más que amigos.

Se que la morena ya está en el hotel ya que hemos hablado por whas hace un rato, le he dicho que me voy a pasar por su habitación dentro de un rato porque antes quiero ducharme y cambiarme de ropa, aunque me supongo que nos veremos ahora a la cena.

Vamos todos hacia el comedor mientras voy hablando con Pedri y Ferran.

—Madre de Dios, estoy que me comería hasta un búfalo—comenta por detrás Unai mientras nos sentamos a la mesa.

Todos nos reímos antes de empezar a comer. Me extraña no ver a ninguna de las hermanas Martínez ya que siempre cenamos todos juntos, pero no le doy importancia ya que pueden llegar más tarde.
Cenamos entre alegrías y vaciles ya que todos estamos con el ánimo muy subido por la pedazo victoria de hoy.

—Chicos, acordados de que mañana tenéis la mañana libre pero por la tarde tenemos entreno fuerte.—recuerda Lucho. —No nos podemos relajar ahora ya que el partido del domingo contra Alemania es muy duro y tenemos que jugar lo mejor posible y dar lo mejor de nosotros. Aún así quiero repetiros que hoy lo habéis hecho espectacular y estoy muy orgulloso del pedazo equipo que formamos. ¡Vamos a por todas!

Todos empezamos a aplaudir y victorear por las bonitas palabras del mister, al rato seguimos cenando con normalidad.

Veo que Sira entra por la puerta, pero no viene con Mar, y además tiene una cara de preocupación de la ostia. Se acerca a su padre y le dice algo al oído que hace que esté salga pitando del comedor. Ferran mira a Sira y ella se acerca hasta nuestra parte de la mesa.

—¿Que pasó amor?—pregunta él preocupado.

—Marfil está fatal, he ido a su habitación para avisarla para bajar a cenar y estaba en medio de un ataque de ansiedad porque el cabrón de Matheo la ha llamado por un número desconocido para decirle de todo—susurra ella para que solo nos enteremos los menos posibles.

Joder joder joder.

—¿Ahora como está?—pregunto yo angustiado.

—Me ha pedido que llame a mi padre ya que él sabe calmarla muy bien, pero me parece que le hará bien que subas a verla un rato Pablo—dice ella con una sonrisa triste. —Pero ahora no os preocupéis chicos, acabar de cenar con calma y ya después os voy informando de cómo va la cosa si queréis. Yo ahora voy a cenar algo arriba que no tengo muchas ganas de socializar...

—Voy contigo para arriba entonces—dice Ferran levantándose. —Nos vemos después chavales—se despide él antes de salir juntos del comedor.

Mi cabeza empieza a darle vueltas a la situación. Pedazo cabrón hijo de puta.
Quiero subir ahora mismo, quiero ver cómo está y quiero abrazarla hasta que deje de llorar.
Aunque no sé si ella me querrá ver.

A la mierda.

Me levanto de la silla mientras los que están sentados a mi lado me miran atentamente.

—¿Vas a ir no?—pregunta el canario.

—Tengo que ver cómo está...

EVITERNO ; pablo gavi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora