Capitulo dieciséis

16.8K 583 40
                                    

PABLO GAVI


Entro en la zona VIP después de que el portero me deje pasar. Son las putas cuatro de la mañana y estoy muerto por el vuelo improvisado que me he pillado de madrugada.

En teoría volvíamos a Barcelona mañana por la tarde, pero después de tremendo escándalo que ha montado la prensa no he podido esperar más y nos hemos venido Aurora y yo antes. Aún encima estoy sin móvil y mi hermana me ha tenido que dejar el suyo para poder llamar a Pedri, ya que él si que sabe lo que ha pasado y me ha dicho que estaban aquí.

Voy hacia los sofás donde están los cinco mosqueteros haciendo completamente el ridiculo. Ferran y Sira están bailando una bachata muy pegados mientras que Ansu está bailando muy animadamente con una chica rubia. Visualizo en los sofás a mi mejor amigo, que tiene al lado sentada a la morena por la cual me he pegado un vuelo de 1 hora y media.

Está preciosa vestida toda de negro y con los labios pintados de rojo, y cuando me ve llegar puedo ver cómo sus ojos se iluminan.

—Porfin llegas tío—me dice Pedri cuando me ve llegar. —Me habéis dado la noche entre uno que tiene el móvil roto y la otra borrachuza perdida, por favor explicaros de una vez que yo no estoy para estos trotes ya.

—Tú cállate Pedro, que hasta hace un momento estábamos bailando el limbo muy animados, así que no te quejes tanto—dice Mar mientras bebe de una botella de agua. — Y tú, no sé cómo se te pasa por la cabeza pillarte un vuelo a Barcelona así de gratis a las tantas de la mañana. Es que estás mal Gavira—me dice mirándome.

—¿Podemos hablar o me vas a seguir recriminando cosas?—pregunto yo con una sonrisa al verla cabreada porque está demasiado mona.

—No, sigo borracha y no tengo ganas de escucharte—me dice ella mientras se echa el pelo para atrás y se levanta del sillón.
—Dale las explicaciones a la Mikonos esa—dice con resentimiento sin mirarme a los ojos mientras intenta irse a la pista de baile.

—Porfavor—la agarro del brazo para que me mire a los ojos. —Dame solo cinco minutos y luego si quieres puedes mandarme a la mierda—le pido mientras clavo mi mirada en sus ojos.

Cruzamos miradas unos cuantos segundos que se hacen eternos antes de que ella suspire.

—Tienes cinco minutos Gavira, más te vale aprovecharlos.

Los dos salimos de la discoteca después de avisar al resto de que vamos a hablar, dentro hay demasiado jaleo y el frío nos azota cuando salimos de entre la multitud.

—Su puta madre, hace un frío que pela—se queja ella mientras nos alejamos de la gente para estar tranquilos.

—¿Quieres la sudadera?

—Si hombre, y te me quedas hipotermico perdido—dice haciéndome sacar una sonrisa porque sé que aunque esté cabreada sigue preocupándose por mi.—Empieza a explicarte Gavira, que no tenemos toda la noche.

Suspiro antes de empezar a hablar.

—Primero de todo, me parece increíble que te hayas creído algo de la prensa antes que a mi. Sabes perfectamente cómo funciona eso y que inventan más que otra cosa. Pero no, no me he liado con nadie que no fueras tú ni tampoco quiero hacerlo, a ver si te entra en esa cabecita tuya.

—¿Y por qué no me has mandado ni un mísero mensaje? Ponte en mi situación Pablo, sé que no somos nada oficial pero pensar que hayas estado con otra tipa me revienta por dentro.

—No te he hablado porque se me rompió el móvil ayer por la noche en la discoteca, tengo la pantalla a dos colores y en cuanto me he enterado de todo el rollo este he empezado a mirar vuelos con Aurora para venir a hablar contigo porque sabía que ibas a rayarte—le explico con calma mientras me acerco a ella y agarro una de sus manos. —No quiero a nadie más que no seas tú Elefante, grábatelo en la  cabeza porque mis sentimientos no van a cambiar.

EVITERNO ; pablo gavi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora