⊱Capítulo 6⊰

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𝐋𝐀 𝐃𝐈𝐒𝐂𝐔𝐒𝐈Ó𝐍 𝐘 𝐔𝐍𝐀 𝐍𝐔𝐄𝐕𝐀 𝐒𝐈𝐓𝐔𝐀𝐂𝐈Ó𝐍

Asenti tímidamente ante su pregunta.

El chico entró a la camioneta y se sentó a un asiento de mi guardando distancia entre ambos.

El castaño cerró sus ojos y luego los abrió lentamente mirándome un poco molesto, parecía estar pensando si en decirme o no.

Hasta que al fin decidió en hacerlo.

— ¿puedo saber el por qué entraste sola a la tienda si no estábamos nosotros contigo? —me preguntó sonando molesto.

— no los vi en la camioneta cuando me desperté por lo que supuse que ya habían entrado ustedes... —respondí de manera tímida pero el chico aún me miraba de la misma manera que antes— yo también necesitaba tomar algunas cosas —expliqué.

— ¿sabes que te pusiste en demasiado riesgo cuando entraste tu sola? —me preguntó.

Iba a responder pero no me dejó y siguió hablando.

— pudieron haber tal vez Zombies o más personas malas como ésos tipos... debiste habernos esperando.... pudimos haberte acompañado cuando regresaramos... —su tono de voz fué subiendo lentamente mientras me miraba.

Estaba sonando demasiado protector.

Sé que en parte fué mi culpa el salir, lo sabía.

Pero en verdad necesitaba yo algunas cosas y me daba pena el que los chicos me hubieran acompañado a buscar lo que tomé.

— lo sé... pero en verdad necesitaba conseguir algunas cosas y no quería molestarlos... —dije igualmente subiendo la voz— no esperaba que me sucediera ésto... —murmuré.

— no nos importaba si tuviéramos que regresar por acompañarte, nos hubiéramos evitado todo lo que sucedió si tu por lo menos me lo hubieras pedido a mi —dijo en el mismo tono de voz enojado— yo no me hubiera molestado si me lo hubieras pedido —dijo en un tono un poco más calmado.

No sé el porqué pero en ése momento mi corazón comenzó a palpitar demasiado fuerte y sentí una leve cosquilla en mi estómago.

Me quedé callada y no respondí.

— ¿qué era lo que necesitabas con urgencia? —me preguntó con su ceño fruncido.

No contesté.

Tenía vergüenza de hablarlo.

— sólo eran cosas de mujeres... —respondí con la cabeza abajo.

Levanté la cabeza lentamente,el chico pareció relajar su expresión.

— ¿era por las toallas femeninas?.. —me preguntó.

Supuse que tal vez las vió cuando sacó las vendas.

— ¿era por éso? —me volvió a preguntar y solo asenti.

Escuché que el chico soltó un suspiro pesado mientras se pasaba su mano por su cabello.

— no tenías por qué haberlo hecho a escondidas, pudiste haberme pedido que te las consiguiera o esperado para que te acompañaramos.... no es algo por lo que debería avergonzarte.. —dijo.

Las lágrimas no tardaron en aparecer y lograron que mi vista se hiciera borrosa.

Ahora me sentía mal. Sentía que había hecho mal. Y Ethan tenía razón, no había por qué darme vergüenza si sólo era cosas que les sucedía a las mujeres.

• 𝚂𝙾𝙱𝚁𝙴𝚅𝙸𝚅𝙴 𝙹𝚄𝙽𝚃𝙾 𝙰𝙻 𝙰𝙼𝙾𝚁 •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora