Solo rogaba porque Carmen o mi papá se dieran cuenta de que no estábamos en casa y algo estaba pasando.
A decir verdad estaba realmente agotada y esta pelea parecía no tener fin.
—Va en 90%
—¡No podemos detenerlos más!
—¡Son demasiados!
Solté una patada sintiendo ya mi cuerpo pesar, no iba a poder más. Aún no estaba acostumbrada a este tipo de peleas.
—¡Los tenemos! No los dejen huir.
De mi boca se escapó un quejido al sentir el brazo de alguien golpear mi rostro.
—¡Basta!
Algo dentro de mi se relajo al oír la voz de señor Larusso. Todo el dojo se quedó en silencio al ver el vídeo que se reproducía en la televisión del lugar, sin aguantar más me deje caer sintiendo unos brazos atraparme.
—Ya acabo, estás bien—suspire cansada al oír la voz de Miguel quien me ayudaba a sostenerme de pie mientras veíamos a Silver entrar al lugar. ¿Por qué estaba golpeado?
¿Y porque Carmen estaba aquí menos mi papá?
Entendimos que Cobra Kai estaba acabado al ver cómo nadie le respondía a Silver quien miro a sus alumnos bastante enojado.
—Sus senseis irrumpieron en mi casa está noche. ¡Mi casa! Sin provocación, y aquí estoy... El único que sigue en pie.
Únicamente cerré mis ojos rogando que Johnny estuviera bien, tenía que estar bien. En un intento de tranquilizarme tomé la mano de Miguel quien la acaricio mientras escuchábamos a Silver retar a Daniel para pelear.
—O puedo darte una paliza de nuevo.
—Estamos contigo, Daniel. Haz lo que tengas que hacer.
Todos retrocedimos un poco al ver qué los dos hombres pelearían, solo quería que está noche acabará.
—Primero me encargue de Chozen, ahora de ti. Aquí es donde acaba Miyagi do.
Al parecer era el momento de hundir a Silver pues el señor Larusso hacia ver demasiado fácil el derribarlo. Aquella pelea culminó con la característica patada de Daniel dejando a Silver tumbado.
Seguido de esto todos sus alumnos se dedicaron a tirarle sus uniformes acabando con la farsa. Lo habíamos logrado.
—¿Se acabo al fin?
—Se acabo, linda... Ahora vayamos a qué te revisen—susurro Miguel dejando un suave beso en mi cabeza.
Asentí sin soltar a mi novio mientras salíamos del lugar logrando ver varias ambulancias. Con su ayuda me senté en una de estas sintiendo como comenzaban a curar algunos cortes y golpes de mi rostro. Obligue a Miguel a sentarse a mi lado para observar a Robby y Tory hablar a lo lejos.
No evitamos el mirarnos emocionados cuando estos se estaban besando.
—¿Les importa si...?—negué haciéndole un lado a Sam—¿Están bien?
—Pocos golpes y muchas ganas de descansar ¿Y tú?
—Mas o menos—susurro aceptando la manta que le di—Yo quería disculparme contigo.
—No tienes que hacerlo, Sam.
—Si tengo, realmente te considero mi amiga y quiero recuperar nuestra amistad. Me gusta verlos juntos, se ven bien... Solo que me tomara tiempo.
—Lo entendemos, sabes que siempre estaré aquí para ti. Tu lo estuviste cuando yo estaba sola—admití logrando ver sus ojos de arrepentimiento.
Ambas sonreímos antes de envolvernos en un necesitado abrazo, definitivamente todo estaba bien ahora.
Al aclarar las cosas está se alejo para ir con su familia, sin decir nada recosté mi cabeza sobre el hombro de Miguel.
—¿Que dices de una cita ahora?
—Dios, no. Quiero descansar.
—Una cita en mi cama, entonces.
—¡Miguel!
Mi risa se detuvo al sentir demasiado dolor en mi cuerpo causando ahora las carcajadas por parte de mi novio, antes de decir algo más observamos la limusina que estaba llegando. Nos miramos algo preocupados al ver a Johnny bajar del automóvil pues este se encontraba demasiado golpeado.
Al ver qué terminaba de hablar con Carmen me acerque a mi papá claramente preocupada.
—¡Papá!
—Mírate, estas horrible—dijo envolviendome en sus brazos haciéndome soltar un quejido—¿Estás muy lastimada?
—Un poco... Saque tu fuerza, no te preocupes—susurre separándome de este.
—Vayan a casa y descansen, por favor—pidió observandonos. Con ayuda de Miguel caminamos detrás de Robby y Tory para ir a casa.
Había sido una noche de locos.
= =
De mi boca salió un quejido al despertar, mi cuerpo dolía demasiado al igual que los golpes que tenía este. Al intentar bajar de la cama sentí unos delgados y fuertes brazos rodear mi cintura.
Me di la vuelta logrando ver a Miguel profundamente dormido, peine un poco su cabello que se desordenaba demasiado por cualquier cosa. Me abrace de el disfrutando de un pequeño momento, eso hasta que lo escuché hablar.
—Buenos días, linda.
—Nos perdimos nuestras primeras clases—avise al ver la hora—Y en el primer día de escuela.
—Ya iremos mañana, no te muevas—pidio acurrucando mi cuerpo en sus brazos—Ya no hay nada de que preocuparnos.
—Excepto por el torneo mundial—susurre pues estábamos en mi habitación y Robby se encontraba durmiendo aún... Con una acompañante.
—Y porque vamos a tener un hermanito.
—Y papá ya le propuso matrimonio a Carmen.
—Y...
—¡Dejen dormir!
—¡Hablen en otro lado!
Querido diario
Creo que estoy en el punto más feliz de mi vida, no me gusta celebrar pues... Algo sale mal siempre. Estoy ansiosa por conocer a mi herman@, también es mi último año de escuela y después iré a la universidad ¿Que voy a estudiar? No tengo ni la menor idea.
Aunque ya puedo ver qué averiguarlo no será fácil.