¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¡Démosle la bienvenida a Colmillo de Águila karate! Liderado por el sensei Johnny Lawrence y campeón defensor Miguel Díaz.
Entre a lado del último mencionado quien no trato de ocultar su cara de molesto como lo había hecho estos últimos días al igual que no me hablaba.
Una vez colocados en nuestros lugares observé a los integrantes de Cobra Kai logrando que formará una mueca al ver a Robby junto a su pareja. Al terminar de presentar nos quedamos juntos esperando que el torneo comenzará.
Me quedé junto a Devon quién me daba algunas estrategias y lo agradecía bastante, a pesar de que no sabía mucho lo hacía bien.
—Miguel...—me quedé con la palabra en mi boca al ver cómo este miraba a Sam, entendí que no era el momento y me quedé junto a mi papá quien comenzó a darnos sus palabras de aliento.
—Díaz, una palabra—cerré mis ojos al oír como este le decía que debería superar su pelea con Sam y enfocarse en ganar.
—Yo hablaré con el—susurre al ver cómo Johnny nos había dejado solos—¿Me seguirás ignorando?
Rodé mis ojos cuando esté se fue sin decir nada, camine detrás de Johnny para poder hablar con este.
—Primero irá Miguel y después tu con la katana, soy el papá más orgulloso—susurro mirando que nadie nos viera.
—Descuida, Miguel lo sabe.
—¿Cómo?
—Estabas tan borracho que no te acuerdas que le llamaste Robby—susurre molesta—Y dijiste que éramos tus mellizos, por eso Miguel está así. No por una pelea con su novia que a nadie le importa.
Me aleje del hombre para esperar en mi lugar mi turno en la competencia de habilidades. Mire de reojo como Robby se colocaba a mi lado en espera de su turno pues estaríamos en la misma ronda.
—Todos tienen cara de molestos—burló mirándome.
—Es lo que querías, ¿No?—susurre—Gracias a ti perdí a mis únicos dos amigos de aquí.
Lo mire furiosa al ver cómo reía.
—Sam no era tu amiga y Miguel solo es tu vecino.
—¡No eres quien para decidir eso!—hable más fuerte llamando la atención de algunas pocas personas quienes veían aquella discusión.
—Sin embargo, paso así.
—Si crees que iré corriendo a tus brazos, estás tan equivocado. Porque tú no eres el Robby que conozco—dije atreviendome a colocar un dedo en su pecho—Gracias... Hermano.
—__________ Lawrence de Colmillo de Águila con la katana.
Me aleje del castaño para subir a la colchoneta ante la mirada de una gran multitud. Solté un suspiro tratando de olvidar aquella discusión.
