¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Salí de mi hogar encontrando a mi papá con Robby y Miguel. Únicamente les hice una seña para que nos fuéramos a entrenar.
Sería un día largo pues irían a ver nuestros entrenamientos para un torneo mucho más grande al que estábamos acostumbrados.
Llegamos al dojo del señor Larusso listos para la aventura de hoy.
Pero no fue así pues antes de entrar Johnny nos detuvo.
—Ustedes dos tienen prohibido entrenar hasta que aclaren lo que sea que tengan. No quiero que dos de mis mejores alumnos tengan bajo rendimiento por una mierda como está.
—Si, sensei.
—Y tampoco quiero que jueguen con lo hija, Díaz.
—Si, sensei...
—Robby los vigilará, después entrenaran.
Mire algo incrédula a mi papá quien se limito a colocarse sus lentes para acercarse a Daniel y Chozen. Tenía que ser una broma.
Le entregué mi mochila a Robby quién fue el encargado de llevársela, esto era muy incómodo.
—Oí tu plática con Robby y...
Parpadee un par de veces tratando de reaccionar pues los labios de Miguel se encontraban sobre los míos formando un largo y lento beso. Me gustaba.
—Haré de mi parte, lo prometo—murmuró antes de juntar nuestros labios otra vez sin darme tiempo de hablar.
—Yo igual pero no me gustaría que Sam se enterará, aún tengo asuntos con ella—susurre acomodando unos cuantos rizos del cabello de Miguel que cada día estaba más largo.
—Ahora... Tenemos que concentrarnos en otras cosas, ya tendremos más tiempo para hablar.
—Genial.
Con una gran sonrisa camine detrás de él para poder ir a entrenar, dando pequeños brincos me acerque a Robby quién ya me veía sonriente.
—¿Ya es mi cuñado?
—Tal vez...
Antes de seguir hablando nuestros senseis salieron para explicarnos lo que haríamos el día de hoy.
—¡Vamos! Muevan el trasero.
Me quedé junto a Robby al ver qué nuestro papá se alejaba para hablar con Miguel, observe a mi hermano quien le mostraba algunos movimientos a Anthony para que esté pudiera aprender más rápido pues era uno de los objetivos de un alumno de Cobra Kai.
Observe a Robby quién me miraba con cierta maldad mientras señalaba a Johnny y a Miguel, reí acercándome a el para ir a molestar a esos dos.
—Que lindo—dije tomando el brazo de mi hermano.
—¿Así suena un consejo paternal?
—Vamos, relajense. Solo estábamos hablando—hablo Johnny algo asustado.
—Solo bromeaba, papá—reí levemente al ver cómo suspiraba tranquilo.
—Entonces... ¿Estamos todos bien?—los tres asentimos con una sonrisa—Genial, si trabajan juntos tal vez tengamos una oportunidad.
—¿Estoy incluida? Porque...
—¿Estás lista para demostrar quién manda?
=. =
—Gracias por su presentación, su estilo es único... Así que la única forma para determinar que dojo califica para el Sekai Taikai es ver a sus alumnos pelear frente a frente. Cada dojo escogerá a dos luchadores, un hombre y una mujer.
Mire a Miguel algo preocupada quien se limito a sonreír pasando su mano por mi espalda.
—Al menos tenemos una oportunidad—animo Johnny al ver cómo se iban todos esos hombres.
Me quedé junto a Miguel al ver qué los tres senseis se alejaban para platicar acompañados de Sam, era obvio que ella pelearía.
Esperamos por unos cortos minutos en lo que acababa la pequeña junto de lo hombres, ya cansada por aquel día me senté sobre el pasto deseando ir a casa.
—¡________!—me puse de pie rápidamente para acercarme a mi papá—Lo decidimos y tú pelearas.
—Pero creí que Sam...
—Sam está algo inestable últimamente, es mucha presión y ella lo reconoce—interrumpió Chozen observando a la joven.
—No te preocupes, está dispuesta a ayudarte a identificar los movimientos de Tory.
—¿Estás de acuerdo?—pregunte mirando a Sam quien observaba la plática en total silencio dejando ver sus ojos llorosos.
—No... Pero tienen razón, no estoy en condiciones de pelear y te ayudaré—susurro acercándose—Venceremos a Cobra Kai.
Sonreí algo tranquila aceptando su mano, al menos me ayudaría. Le agradecí a las personas frente de mi para ir en busca de mis cosas pues pasaría toda la tarde entrenando.
—¿Por qué esa cara? ¿No vas a pelear?—una sonrisa se asomo al ver a Miguel formando un puchero con sus labios.
—Le voy a dar en la madre a mi ex cuñada—hable guiñando mi ojo causando que esté soltara una carcajada.
—¿Pelearas?
—Contra Tory.
—Esto se pone emocionante pero me preocupa a la vez.
—Tambien me preocupa, Miggy—dije mientras recogía mis cosas—Coman mucha pizza por mi.
Me acerque a Robby quién rió dejando un cálido beso en mi cabeza, camine hacia Miguel el cual se atrevió a dejar un corto beso en mis labios. Cosa que tomo por sorpresa a varios.
Tan solo esperaba que no dijeran nada frente a Sam.
Al ver cómo se iban seguí a Sam para comenzar a entrenar, está me mostraba videos de sus anteriores enfrentamientos con Tory. Iba a ser difícil.
Terminamos el entrenamiento relativamente temprano, solo rogaba que hubiera pizza.
—Gracias, Sam. No creí que me fueras a ayudar.
—Entendí muchas cosas este verano y debo pedirte una disculpa. En el torneo...
—Olvida eso, ya habrá otro torneo—anime colocando mi mano en su hombro, continuamos caminando hasta que su botella de agua cayó a la tierra.
La mire extrañada al ver qué buscaba algo, mi confusión aumento al ver cómo sacaba un collar con un dije de un pulpo.