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Rodé mis ojos escuchando las quejas de mi hermano.
—Nos llevaron al campo de béisbol...
—Y los rociaron, Robby me lo has dicho por tres veces. Es una estúpida rivalidad.
—No entiendes, preciosa...
—¿No entiendo? ¡Por esa rivalidad tiraste a alguien de un segundo piso, Robby! Estuviste en la correccional por un año... ¿Es que aún no entiendes?
Cerré mis ojos al oír un gran silencio.
—Hablamos después, _________.
—Robby...
Forme una mueca al ver qué había finalizado la llamada, terminé de trenzar mi cabello tratando de olvidarme de esa discusión.
Desde aquel cuarto se podía oír música a todo volumen acompañado de bullicio de gente, solo sería una última vez. Salí de mi trance al oír mi celular sonar nuevamente.
—¿Robby?
—Eh... No.
—Lo siento Sam, discutí con el—susurre levantandome de la silla para comenzar a calentar—¿Que pasa?
—Mi papá y Johnny van a pelear—aviso para después contarme todo lo que había pasado.
Al parecer habían intentado unir a los dos hombres pero no estaba funcionando y con la aparición de un viejo enemigo del señor Larusso las cosas se habían puesto bastante tensas y aquí los resultados.
—¿Pueden grabarlo? Me encantaría verlo—burle escuchando un suspiro cansado por parte de mi amiga—Lo siento... ¿Te parece ir a comer algo mañana que llegue?
—Me encantaría, necesitamos hablar de muchas cosas.
—¡_________ es hora, estrella mía!
—Debo irme Sam, te veo pronto.
Colgué rápidamente la llamada para salir corriendo hacia Héctor quien me ofreció su brazo para guiarme a la pelea. No hice ni el más minimo esfuerzo en mostrar una sonrisa al oír a toda la gente apoyarme, claro que lo hacían solo por Héctor.
—Es un ganar ganar, estrella mía. Tu puedes—asentí moviendo mis brazos tratando de quitarme los nervios al ver a mi oponente—Después de esto podrás volver a casa.
Forme una pequeña sonrisa antes de ponerme el protector en mi boca, a veces se me olvidaba como era Héctor.
Choque mi puño con el del hombre lista para pelear de una vez. Me acerque a mi oponente esperando que dieran inicio a la pelea.