Nos adentramos en la escuela llevándonos algunas miradas curiosas, al parecer eramos la pareja del momento.
Mire horario algo feliz pues todas mis clases las compartía con la mayoría de mis amigos. Sonreí al ver cómo Eli y Robby caminaban hacia nosotros, al fin mi hermano estaba en la escuela.
—El serpiente.
—Y mi hermana...
Reí junto con mi novio para comenzar a caminar a lado de estos dos, mi entrecejo se frunció al leer un gran cartel que colgaban.
—¿Baile de bienvenida?—pregunté sin soltar la mano de mi novio.
—Es en dos semanas ¿Ya tienes pareja?
—Aun no me preguntan ¿Por qué?
—Me iré o voy a vomitar aquí—hablo Robby alejándose con Eli, reí para seguir caminando junto a mi pareja hasta entrar a nuestro respectivo salón.
Nos sentamos juntos para prestar atención a nuestra primera clase del día, está al terminar tuvimos que tomar caminos diferentes pues ya no compartíamos clases en lo que resta del día.
No me gustaba estar tanto tiempo sin mis amigos porque la ansiedad comenzaba a asomarse y hacerme sentir desprotegida. Me hacía sentirme pequeña y no era muy buena haciendo amigos.
Moví mi pierna algo nerviosa contando los minutos para salir al receso, sin pensarlo dos veces recogí mi mochila para salir del salón al oír la campana.
Al ver a Robby caminar por los pasillos corrí hacia el para caminar junto a este hacia la cafetería.
—Si dejo la escuela, papá me matará—se quejo mientras pagaba nuestro desayuno—Me había acostumbrado a no estudiar.
—Dimelo a mi... El sistema aquí es muy diferente al de México—seguí comenzando a servir la comida—Y sabes que me da algo de ansiedad el no compartir algunas clases con ustedes.
—Lo se, ¿Sabías que hay una clase para orientarnos a escoger una universidad?
—Eso todos lo saben, cariño—interrumpió Tory besando la mejilla de mi mellizo—Iremos a una universidad genial ¿Cierto?
—Yo... Es muy pronto para pensarlo—susurre tratando de buscar a Miguel, al no encontrarlo me senté junto a mi cuñada y hermano. A decir verdad la universidad me aterraba.
Comencé a desayunar escuchando la plática de estos dos, fruncí mi entrecejo al ver cómo Miguel se adentraba a la cafetería con Sam a su lado. Ambos hablaban animadamente y trate de ignorarlo alzando mi mano para que pudiera verme.
Este al verme se alejo de la castaña aún sin dejar de reír, lentamente baje mi mano esperando que esté llegará.
Solo eran amigos.
—Hey—sonreí al sentir sus labios dejar un beso en mi frente—Sam decía que hay dos nuevos, son mellizos.
—Oh, los conocí en mi clase... Samara y Jason. No me agradan—hablo Robby alzando sus hombros.
—No me digas que son ellos—murmuró Tory señalando a una pareja caminar hacia nuestra mesa, de solo verlos compartí mi pensamiento con Robby.
Había algo que no nos agradaba.
—¡Hola! ¿Podemos sentarnos aquí?
—No—respondimos menos Miguel quien nos miro mal.
—Linda...
—No me agradan.
—Una oportunidad—suplicó mientras todos nos observaban sin entender, rodé mis ojos asintiendo—Si, pueden sentarse.
—De seguro te convenció con sexo—escupió Tory para después irse a otra mesa.
—Que asco—siguió Robby para ir detrás de su novia.
—¡Deberían aprender español, degenerados!
= =
—¿Que tal Cambridge?
—Es en Londres, no podría pagarlo.
Me quedé a horcajadas de Miguel quien continuaba leyendo en su computadora universidades. Era el más emocionado al parecer.
—Deberíamos ir a la misma universidad.
—Aún no se que estudiar... Me gustaría tomarme un descanso.
—No bromees—pidio apagando su computadora—No estás bromeando ¿Verdad?
Negué dejando un corto beso sus labios.
—Quiero un año para pensar bien que voy a ser de por vida, tal vez tú lo tengas seguro. Yo no, Miggy—explique acomodando su cabello, lo mire confundida cuando me alejo de el haciendo que me sentará sobre la cama.
—Johnny no estará de acuerdo.
—Tal vez... Pero es mi decisión ¿Puedes respetarla?
—Lo intentaré.
Suspire antes de dejar un beso en su mejilla para salir de su habitación y caminar hacia la mía. Al entrar Robby se encontraba recostado con Tory mientras veían universidades. Vaya.
—¿Le dijiste que quieres un año sabático?—asentí dejándome caer en mi cama—No le gusto ¿Verdad?
—Antes de tener una plática triste...¿Esos diseños son tuyos?—señalo la rubia acercándose a mi escritorio donde tenía mi carpeta de dibujo—Son geniales ¿Segura que no quieres estudiar diseño de moda?
—Es una industria muy grande, será muy difícil sobresalir.
—Pero... Estarías haciendo lo que te gusta.
—Tory tiene razón, tal vez no necesites un año sabático.