—Tienen el día libre, hagan algo que yo haría.
Trate de no reír al ver cómo Johnny se iba apurado, Amanda Larusso lo había contactado pues el señor Larusso había sido atacado por Terry Silver y ahora buscaban como ponerle fin a aquel hombre.
Era claro que debíamos volver a entrenar karate, la tarde cayó y únicamente sabíamos que el señor Larusso no quería seguir intentando detener a Silver. Al parecer el hombre termino de traumarlo.
Al ver qué mi hermano no tenía ganas de hacer nada me encamine al departamento de Miguel, abrí la puerta dejando ver a Rosa con sus amigas platicando en la pequeña sala de la casa.
—Hola Yaya ¿Puedo pasar al cuarto de Miguel?
—Pasa, hermosa. Es tu casa.
Le sonreí en forma de agradecimiento para continuar mi camino hacia la pequeña habitación de Miguel. Al abrir la puerta divise a este mirando algo en su computadora.
—¿Que haces?
—¡Nada!—dijo cerrando el aparato rápidamente.
—¿Estabas viendo tus fotos con Sam?
—No, estaba viendo otras fotos—forme una mueca de asco al pensar en que estaría viendo, quién sabe que tantas cosas le enseño—¡No ese tipos de fotos, que asco!
—¿Que no mi papá te intento ayudar a ponerte de pie mostrándote revistas...?
—Vienes muy curiosa hoy—interrumpió palmeando su cama pidiendo que me sentará junto a el, cosa que hice—¿No han dicho cómo está el señor Larusso?
—No tiene mucho que Johnny se fue, dijo que estaría fuera todo el día, por eso vine—murmure observando su habitación—Necesitas una remodelación.
—¿Solo estás aquí porque tu papá no está? ¿Que hay de Robby?
—No quería hacer nada así que pensé... Porque no ir con mi latino favorito, siempre tiene un plan.
—¿Latino favorito?
—¿Tienes un plan para hoy?
= =
—¿Que se supone que haremos aquí?
Camine sobre la arena escuchando la risa de Miguel mezclada con las olas del mar.
—Traje varias cosas.
Observe al moreno colocar una manta sobre la arena acompañado de unos pequeños bocadillos, tan solo rogaba que no los hubiera cocinado el.