Después del desayuno le dije a James que lo acompañaría a ver como estaba el maíz y después le daría el día libre. Él me miró y se le escapó una sonrisa
- No me mires así, James, no hay mucho más que hacer hasta la cosecha... - dije dándole un golpe en el hombro
- Haré lo que sea por ustedes, ya no tengo a nadie y son mi única familia -
- Pues déjame de hablar como si fuera una señora mayor y si somos tu familia, yo me llamo Maeve y ella se llama Abby ¿de acuerdo? - dije con una sonrisa
- Si seño... Maeve -
Me acerqué a Abby y le di un suave beso en los labios
- Te veo luego -
Ella me miró asustada, porque James estaba delante y me empecé a reír
- Él lo sabe mi amor, resulta que no fuimos discretas... - dije volviéndome a sonrojar
- Oh... Ahora entiendo de que se reían - se volvió hacía James - Lo siento chico, es que llevaba un tiempo detrás de esta señorita y nos pillamos con ganas - ahora era ella la que se reía a carcajadas
- Oye... - dije en molestia fingida.
Las risas se acabaron en cuanto atravesamos la puerta.
En la entrada del rancho estaba Jones a caballo y arrastraba algo. Supuse que era Brit pero no estaba segura
- Buenos días, señora O'Neill, disculpe que ayer no viniera, es que me encontré una rata rondando fuera de casa y tuve que matarla... -
James sabía que se refería a su hermano y dió un paso para enfrentarse a Jones, le agarré del brazo y cuando me miró le negué con la cabeza.
Era peligroso enfrentarse a alguien como él
- Buenos días señor Jones, lo supuse... -
- Le he traído la rata porque se escapó de su rancho, espero que no vuelva a pasar nada parecido -
- Lamento lo de la rata, no volverá a pasar - apreté la mandíbula para no mandarlo a la mierda
- Que tengan un buen día - soltó la cuerda, dió la vuelta con el caballo y se marchó
Solté el brazo de James que salió corriendo hacia el cuerpo destrozado de su hermano.
Volví dentro de la casa y le pedí a Abby que buscara una sábana para amortajar a Brit. No hizo falta que dijera nada, su mirada llena de tristeza lo decía todo.
Fui con James que estaba abrazado al cuerpo de su hermano pequeño y lloraba desconsolado.
Le puse la mano en el hombro y le apreté
- Sabíamos que esto pasaría, lo siento mucho James, era un buen chico -
- Si... Pero también era un idiota... - respondió llorando
Apareció Abby con la sábana.
- ¿Te parece bien enterrarlo aquí? Lo pondría al lado de mi esposo... -
- ¿Haría eso por mi? - preguntó confuso
- Claro... Somos familia ¿recuerdas? - él asintió
Soltó el cuerpo de su hermano y se puso en pie.
- Voy a buscar la pala y cavaré un hoyo para enterrarlo... - dijo dirigiéndose al establo
Abby y yo nos quedamos con el cuerpo
- Mi amor, ve a buscar una palagana con agua, lo lavaremos un poco antes de amortajarlo -
Abracé el cuerpo de Brit
- ¿No podías haber ido con más cuidado? Mira lo que te ha pasado... - dije al cadáver
Llegó Abby con el agua y le quitamos la tierra y la sangre del rostro.
Después lo envolvimos en la sábana. La última vez que hice algo así lo hice sola y ahora tenía una familia, no era lo tradicional pero éramos una familia.
Entre Abby y yo los llevamos a cuestas hasta el rincón donde había enterrado a Rowan.
Allí estaba James cavando y llorando
- Estúpido, estúpido, estúpido... - decía con cada pala de tierra que retiraba
Al cabo de un rato bastante largo, me cambié con él y le pedí a Abby que hiciera el almuerzo y pusiera agua a calentar, para después que James y yo pudiéramos lavarnos. Ella asintió y se dirigió a la casa.
- Maeve - dijo James con un hilo de voz
Paré de cavar y lo miré
- ¿Tú crees que Brit irá al cielo? Lo digo por eso de ser negro -
- Por supuesto que irá al cielo, era un buen chico y a Dios le da igual el color de la piel todos somos sus hijos. Él solo se cruzó en el camino del mismo diablo y como el amor nos vuelve idiotas, no quiso escucharnos... -
Seguí cavando.
- Gracias Maeve... por ser mi nueva familia - dijo con una tímida sonrisa
Terminamos el hoyo y pusimos con cuidado a Brit en su interior.
Después nos pusimos a echarle tierra encima y terminamos poniendo piedras para que los animales no husmearan.
Llamamos a Abby, para rezar una oración todos juntos y despedirnos de Brit, para que su alma tomara el viaje al lado de Dios.
El Señor es mi pastor, nada me faltará. En lugares de verdes pastos me hace descansar; junto a aguas de reposo me conduce. Él restaura mi alma; me guía por senderos de justicia por amor de su nombre. Aunque pase por el valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo; tu vara y tu cayado me infunden aliento. Tú preparas mesa delante de mí en presencia de mis enemigos; has ungido mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del Señor moraré por largos días.
Amén
- Adiós hermano, te echaré de menos - se despidió James
Después nos dirigimos a la casa y Abby no nos dejó entrar, alegando que estábamos muy sucios y ella no era una criada, todo el día fregando.
Así que tuvimos que asearnos fuera, por lo menos Abby tuvo la delicadeza de sacar el agua caliente.
Mientras cenábamos miré los dos personas que me acompañaban y sonreí
Abby agarró mi mano sin miedo a ser juzgada.
- ¿Y esa sonrisa? -
- Después de más de un año de la muerte de Rowan, he encontrado una familia maravillosa que no cambiaría por nada del mundo -
Y entonces James y Abby sonrieron conmigo.
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El Rancho de los Sueños
Historical FictionPrincipios del s. XIX 1839 en un pequeño pueblo de Irlanda, se encontraba un joven matrimonio. Eran pobres, pero se amaban y sabían que saldrían adelante. El sueño del hombre era poder llevar a su esposa al nuevo mundo, porque la gente decía que er...