Una sorpresa

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Lucy nos esperaba en la puerta. Charlie me dejó a cargo de su hermana, mientras él guardaba el coche.

Lucy pasó mi brazo por su cuello y me agarró de la cintura. Me ayudó a subir las escaleras y me guió hasta mi cuarto.

Me metió en la cama y me puso la ropa de dormir. Volví a llorar y Lucy se acostó a mi lado, intentando calmarme.

Me dijo que no sabía que me pasaba, pero que no se movería de mi lado, hasta que me tranquilizara.

Lucy agarró mi cara entre sus manos y besó apasionadamente, me empezó a quitar la ropa interior acariciándome.

Le quité el batín mientras seguimos besándonos, recorrí su cuerpo desnudo con mi lengua, jugueteé con sus pechos, mientras gemía, sus manos jugaron entre mis piernas y me corrí de placer.

Paré de llorar, sabía que en mi cama estaba Lucy, pero mi corazón deseaba que en ese momento, fuera Astrid.

Seguí besándola y entonces jugué con su entrepierna, era la primera vez que hacía esto, pero parecía que lo estaba haciendo bien, mientras Lucy se estremecía y gimió de placer.

Exhaustas nos quedamos abrazadas y dormidas.

A la mañana siguiente, me desperté sola y con un gran dolor se cabeza. No estaba segura de lo que había pasado la noche anterior después de la visita de Astrid.

Lucy fue un encanto, me había dejado sobre la mesita de noche, un vaso de agua, aspirinas y una nota.

En ella me pedía discreción de cara a su hermano y agradecimiento, porque se lo había pasado muy bien.

Con esa nota fui consciente de que no había sido un sueño y se me escapó una sonrisa pensando en Lucy

Me levanté, me tomé las aspirinas y fui a darme una ducha.

Reconfortada, me vestí y me dirigí a la cocina, atraída por el olor a café.

Cuando crucé el salón, vi a Nani limpiando el polvo, entré en la cocina y Lucy me plantó un beso en los labios, mientras sonreía y me deseaba los buenos días. Me dijo que me sentara y me sirvió el desayuno. Le pedí que desayunara conmigo.

Mientras, entró su hermano por la puerta, nos dió los buenos días y preguntó por mi estado.

Le dije que me dolía un poco la cabeza, pero que Lucy, ya se había encargado de ello con unas aspirinas. Me contestó que estaba muy orgulloso de su hermanita, por lo bien que trabajaba en la casa, junto con Nani.

Le dije que era una mujer muy responsable y atenta. Le pedí disculpas a Charlie, por mi comportamiento de la noche anterior y le prometí que no se volvería a repetir, tal irresponsabilidad. Me dijo que no me preocupara, el intentó cuidar de mi marido y falló. Me prometió que conmigo no fallaría.

Le pedí que cuando acabara de desayunar, preparara el coche y me esperara en la puerta, porque teníamos, que ir al local.

Charlie se tomó un café rápido, le dió un beso en la frente a su hermana y salió de escena.

Cuando terminé de desayunar, agarré a Lucy por la cintura y me despedí de ella con un beso dándole las gracias por la noche, ella sonrió, me devolvió el beso y me pidió que fuera con cuidado.

Salí de la casa, me empezaba a sentir bien. Charlie estaba esperando en el coche, tal y como le había pedido. Me abrió la puerta y me llevó al local.
Entre él y yo ordenamos la sala y nos fuimos al despacho.

Charlie me explicó, las cantidades que había pagado a los músicos, al camarero, a los policías y los repartidores. Después sumé las ganancias de la noche y separé, los pagos, para los socios que habían invertido en el negocio.

Lo ordené todo para que cuando acabara la semana, vendrían los "lacayos" a recoger el dinero de sus jefes. Me dió la sensación, de que para ser la primera noche, había ido muy bien. Recé en mi interior, para que el pequeño local prosperara. Le di un sobre a Charlie como premio, por sus servicios. Después cerramos el local y le pedí a Charlie, que me llevara a little Italy, a una reunión con el padrino Greco.

Me preguntó si era seguro y lo tranquilicé, porque Greco, me había dado su palabra de amistad.

Cuando estuve delante de Greco, le pedí disculpas por la muerte de Anthony. Greco me perdonó y a su vez me pidió disculpas por el comportamiento impulsivo del hombre.

Nos dimos la mano y empezamos a hablar de negocios pendientes que tenía con mi marido. Una vez finalizada la reunión, Greco me ofreció a su hijo para trabajar conmigo, para sellar nuestro acuerdo.
Así que le dije a Greco, que mandara al chico esta noche al local para empezar a trabajar y le dí una copia de las llaves.

Cuando salí le dije a Charlie que me llevara a casa y que cuando llegáramos, le daba la tarde libre y si me daba permiso, me llevaría a Lucy de compras.

Le pareció una idea genial, lo de sacar a su hermana por la ciudad.

Dicho y hecho, cuando llegamos, le dije a Lucy que se arreglara para salir por la ciudad. Lucy subió corriendo a su habitación, Nani se me acercó y me dijo que había dejado preparada la cena para los tres, le dije a Nani que le daba el fin de semana libre y le entregué un sobre con dinero.

Le expliqué que era un agradecimiento por su buen trabajo.

La opulenta cocinera me dio las gracias y me abrazó. Me dijo que nos veríamos el lunes a primera hora. Le respondí que disfrutará del descanso.

Charlie se llevó a Nani en el coche. Lucy y yo nos quedamos solas. Nos miramos y no podíamos dejar de sonreír. Nos dimos un beso antes de salir. La lleve de paseo por Central Park, estuvimos hablando y nos fuimos conociendo. Merendamos en mi pastelería favorita, en la séptima avenida.

Después la lleve hasta unos grandes almacenes de la quinta avenida y le compré ropa, para renovar su armario.

Me dijo que no era necesario y le expliqué que se lo merecía, por haberse portado tan bien conmigo.

Le dije a la dependienta que lo mandara todo a mi casa y le di la dirección. Lucy me dió las gracias y agarradas del brazo, como buenas amigas, salimos de los almacenes, dirección a casa.

Llegamos y Charlie aún no estaba, supongo que estaría todavía con sus amistades.

Cuando cerramos la puerta, Lucy se lanzó a mis brazos y me empezó a besar, dándome las gracias por una tarde maravillosa.

Nos dirigimos a mi cuarto entre besos y risas. Nos desnudamos mutuamente y nos fundimos en el placer.

Cuando terminamos, nos vestimos rápidamente y bajamos al salón, esperar a su hermano para la cena y después al local.

Charlie llego sobre las 8 y nos encontró en el salón, charlando animadamente y escuchando música. Nos dirigimos los tres a la cocina, mientras Lucy calentaba la cena, puse al día a Charlie sobre la tarde con su hermana. La cara de felicidad de Charlie, lo decía todo.

El Rancho de los SueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora