Principios Septiembre 1844
Después de tres días de trabajo sin descanso, para recoger el maíz a tiempo, por fin habíamos terminado.
Faltaba muy poco para el baile y Abby estaba ilusionada, al igual que James, que había encontrado el valor de invitar a Mary.
No voy a negar que yo también estaba emocionada por el baile. El entusiasmo de todos era muy contagioso.
Pero lo que más ilusión me hacía, era entregarles la ropa a James y Abby. Evidentemente también hice un vestido para mi, pero tenía más ganas de ver sus caras.
Abby había estado atareada con la casa y preparando conservas, a James le di mucho tiempo libre para que estuviera con los Jefferson. En concreto con Mary.
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Decidí darles su regalo un par de días antes del baile por si había que hacer algún arreglo de última hora.
- ¿Esto es para mi? - preguntó James emocionado
Le hice una chaqueta con piel de borrego, camisa blanca y pantalones pana marrones, también le había comprado calzones y unos tirantes.
- No creerás que te iba a dejar ir al baile con ropa de prestado, te mereces ir guapo con una chica guapa - dije guiñándole un ojo
Él me abrazó emocionado
- Muchas gracias, Maeve, no se qué decir -
Le devolví el abrazo
- Tu reacción es más que suficiente, eres como un hermano para mí - dije con una sonrisa
Abby se quedó petrificada mirando el vestido sin decir nada.
Me acerqué a ella preocupada, pensando que no le gustaba la sorpresa
- Mi amor, ¿te gusta? Si no es así lo puedo rehacer... -
Ella soltó el vestido y se lanzó a mis brazos sollozando, miré a James preocupada y él levantó los hombros sin entender la reacción de mi compañera
Se separó y empezó a darme besos por todo el rostro hasta llegar a los labios
- Nadie (beso) había hecho (beso) nada parecido por mi nunca (beso, beso, beso) -
Puse mis manos en sus mejillas e hice que me mirara
- Te amo muchísimo y si pudiera ofrecerte más lo haría - dije dándole un beso más profundo
- Ejem... - carraspeó James - Si estorbo me voy... - dijo divertido
Nos reímos y luego se probaron la ropa para ver si había acertado con las medidas.
Con James acerté a la primera, ya que tenía la altura y constitución muy parecida a la de Rowan, en cambio a Abby tuve que arreglar los bajos del vestido, pero el resto le quedaba perfecto.
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El Rancho de los Sueños
Historical FictionPrincipios del s. XIX 1839 en un pequeño pueblo de Irlanda, se encontraba un joven matrimonio. Eran pobres, pero se amaban y sabían que saldrían adelante. El sueño del hombre era poder llevar a su esposa al nuevo mundo, porque la gente decía que er...