Encendiendo las máquinas

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Se tardaron 3 semanas en conseguir los cambios que Maeve quería en el edificio.

Llegó el día de poner la maquinaria en marcha

Con todas las máquinas ya en su lugar y conectadas a la fuente de energía proveniente del río Hudson, James y Carl se prepararon para ponerlas en funcionamiento. Antes de iniciar el proceso, verificaron que todas las conexiones estban seguras y que el suministro de energía fuera estable.

En primer lugar, revisaron los sistemas de transmisión y los mecanismos de cada máquina para asegurarse de que estuvieran correctamente acoplados y alineados. Verificaron que las correas estuvieran ajustadas adecuadamente y que los engranajes estuvieran en buen estado.

Luego, Maeve, James y Carl se aseguraron de que todas las válvulas y controles estaban en la posición correcta.

Una vez todo listo, se encendió el suministro de energía que provenía del río Hudson. Utilizando una rueda hidráulica, abrieron las compuertas para permitir que el agua fluyera y activara los mecanismos de generación de energía.

A medida que el agua comenzó a mover las ruedas hidráulicas, la energía se transmitía a través de ejes y poleas, lo que puso en movimiento las diferentes máquinas en la fábrica. Los trabajadores observaban con asombro cómo las máquinas cobraban vida, mientras los motores comenzaban a girar y los mecanismos de transmisión transmitían el movimiento a lo largo de la línea de producción.

Maeve, James y Carl supervisaron atentamente el proceso, asegurándose de que todas las máquinas estuvieran funcionando correctamente y de que no hubiera problemas de seguridad. Observaron los indicadores y medidores para garantizar que los niveles de energía fueran adecuados y que no hubiera sobrecargas o fallas en el sistema.

Durante la puesta en marcha, también estaban pendientes de cualquier ruido inusual, vibración o problema mecánico que pudiera surgir.

A medida que las máquinas iban adquiriendo velocidad y el flujo de producción comienzó, Maeve, James y Carl se aseguraron de que los trabajadores estuvieran listos para operar cada una de las máquinas de forma segura y eficiente. Brindando instrucciones adicionales y estando disponibles para responder preguntas y resolver cualquier problema que pudiera surgir durante el proceso.

O'Sullivan les había conseguido los trabajadores necesarios para poner en marcha la fábrica textil. Menos los artesanos, el resto de trabajadores eran inexpertos en el sector, así que se dedicaron a enseñarlos.

Maeve, James y Carl era conscientes de que los trabajadores no se dedicaban a esto, pero estaban ansiosos por aprender y cobrar el salario completo.

Primero, les enseñaron los conceptos básicos del trabajo en la fábrica. Explicando los diferentes roles y responsabilidades dentro de la fábrica, desde los operarios de las máquinas hasta el resto de trabajadores.

Además, Carl y James se centraron en enseñar a los trabajadores las técnicas de producción específicas de la fábrica textil. Les mostraron cómo manejar las materias primas, cómo llevar a cabo los procesos de hilado, tejido y acabado, así como las técnicas de control de calidad para garantizar productos finales de alta calidad.

Realizaron demostraciones prácticas, ejercicios de práctica y supervisaron de cerca el progreso de cada trabajador determinado.

A medida que los trabajadores adquirieron experiencia y habilidades, se les asignaron tareas más complejas y se les brindó oportunidad para desarrollar su destreza y conocimiento en el área en la que mostraron más aptitud.

No hicieron segundo turno, ya que tenían que enseñar a otros trabajadores, así que decidieron enseñarían al segundo turno a la mañana siguiente, después ya organizarían los horarios.

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