Septiembre 1860
Abby: 47 años
Maeve: 37 años
Kiera: 15 años (relación juntas: 17 años)Al llegar a casa, sentí una sensación de paz y satisfacción. Me quité el abrigo y respiré hondo, disfrutando del ambiente acogedor y familiar de nuestro hogar.
Habíamos superado juntas muchos desafíos a lo largo de nuestra historia, y este último capítulo cerrado en Dublín nos había fortalecido aún más como familia.
Nos sentamos juntas alrededor de la mesa, compartiendo nuestras experiencias y sueños para el futuro. Hablamos sobre nuestras empresas en pleno auge y los nuevos proyectos en los que estábamos trabajando.
En medio de nuestras conversaciones animadas, Kiera compartió su propio sueño: convertirse en diseñadora de moda. La miré con orgullo y amor, admirando su pasión y determinación. Le prometí que la apoyaríamos en cada paso de su camino, alentándola a perseguir sus sueños y a desarrollar su propio legado.
Como propietaria de la tienda de moda, decidí que era hora de que Kiera adquiriera experiencia práctica en el mundo del diseño. Tenía una idea perfecta en mente: convertirla en aprendiz en la tienda, donde podría aprender de primera mano las habilidades y los secretos de la moda.
Kiera se emocionó ante la oportunidad de trabajar junto a mí y aprender de mi experiencia. Sabía que esta experiencia sería invaluable para ella, no solo en términos de habilidades técnicas, sino también para fortalecer su confianza y establecer una base sólida en el mundo de la moda.
- ¡Muchas gracias, mo dhia! - gritó emocionada abrazándome
Le devolví el abrazo y la mandé a descansar del viaje.
- Mañana te llamaré temprano para empezar -
La chica asintió feliz mientras se marchaba.
Abby se levantó de la silla y se sentó en mi regazo, rodeándome el cuello entre sus brazos para darme un beso en los labios.
- Usted también tendrá que descansar, señorita O'Neill - susurró en mis labios al separarse
La levanté en volandas y gritó por la sorpresa, luego empezó a reír
La volví a besar
- Descansaré más tarde señorita Brown, primero la comeré - dije sonriendo mientras subía las escaleras hacía nuestro cuarto.
Los días siguientes fueron una combinación de emoción y trabajo arduo. Kiera se sumergió de lleno en el aprendizaje, observando y participando en todas las etapas del proceso de diseño y confección. Moira la guió pacientemente, compartiendo los conocimientos y brindándole consejos para perfeccionar sus habilidades.
A medida que pasaban los meses, Kiera comenzó a demostrar un talento innato y una pasión excepcional por el diseño. Sus creaciones comenzaron a tomar forma, reflejando su estilo único y su perspectiva fresca en la moda. Era increíble presenciar su crecimiento y evolución como diseñadora.
Nuestra tienda se convirtió en el escenario perfecto para que Kiera mostrara sus primeras creaciones al público. Organizamos una pequeña exposición de moda, invitando a amigos, familiares y clientes leales. El evento fue un éxito rotundo, y la respuesta positiva a las creaciones de Kiera fue abrumadora.
Las prendas diseñadas por Kiera se vendieron rápidamente, y las personas empezaron a reconocer su talento y potencial. La noticia sobre el éxito de la exposición se extendió rápidamente, atrayendo la atención de otros diseñadores y minoristas.
Kiera había dado sus primeros pasos en el mundo de la moda, y su futuro como diseñadora prometedora estaba tomando forma. Estaba orgullosa de haberle brindado la oportunidad de aprender y crecer en el familiar. Sabía que tenía un camino desafiante por delante, pero estaba segura de que Kiera tenía el talento y la determinación necesarios para triunfar.
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El Rancho de los Sueños
Historical FictionPrincipios del s. XIX 1839 en un pequeño pueblo de Irlanda, se encontraba un joven matrimonio. Eran pobres, pero se amaban y sabían que saldrían adelante. El sueño del hombre era poder llevar a su esposa al nuevo mundo, porque la gente decía que er...