Cambios

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1852

La pequeña Kiera ya tiene 7 años. Es la luz de nuestra vida. Abby me dejó enseñarle el idioma y las costumbres de Irlanda.

James y Mary se casaron y viven bajo el techo de la familia Jefferson.

Hace un tiempo que dejé de escribir, porque tener una criatura en casa da mucho trabajo. A parte de las tareas del campo, que después se añadió un huerto y en el cobertizo construimos un pequeño taller de costura.

Las cosas nos iban realmente bien.

Jones decidió convertirse en nuestro socio y compró unas máquinas dónde tejiamos telas de muy buena calidad.

La señora McGregor, vendía los vestidos, trajes y telas que elaborábamos y tenían mucho éxito, tanto que empezó a venir gente de otros pueblos a comprar.

Todo iba viento en popa. El único problema que teníamos, eran los rumores de que se avecinaba una guerra, aunque de momento no llegaba.

En la década de 1850, la esclavitud se convirtió en el tema central de la política americana, creándose un nuevo partido, el Partido republicano, con la meta de acabar con ella. Pronto, la figura más destacada de dicho partido sería un abogado de Illinois llamado Abraham Lincoln. Este propuso leyes federales contra la esclavitud.

Hablé con Abby y le ofrecí ir a Manhattan, dejar el campo y hacer negocios textiles allí.

Al principio no estaba muy de acuerdo con dejarlo todo, pero después de una reunión "familiar" (en la que se implicaron los Jefferson, Jones y James) le pareció buena idea.

La idea era que Jones nos pagaría un buen precio por mi rancho y las tierras de los Jefferson. Con eso tendríamos para el viaje y una vez llegados a la ciudad, podríamos comprar donde vivir cómodamente.

Además Jones me había hablado de unos contactos que tenía en la gran ciudad, ya que haría un envío en una nueva compañía llamada Wells Fargo, en la que Jones hizo una inversión y contrató el servicio de una diligencia para transportar la maquinaria que sería montada en un almacén, a la espera de nuestra llegada.

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Abby se estaba aseando en el cuarto, mientras yo preparaba el desayuno.

- ¿Mo dhia? (madrina en irlandés) - dijo Kiera en voz baja

- Dime mo shaol (mi vida) -

- ¿Nos vas a dejar? - preguntó con tristeza

Me sorprendió mucho eso, porque la idea es irnos todos juntos antes de que empezara la guerra.

- Nunca os dejaría solas, ¿Por qué piensas eso? -

La niña se abrazó a mi pierna, aparté la sartén del fuego y me puse de rodillas, para quedar a su altura y corresponder al abrazo.

- Porque he oído que le decías a mamá que nos fuéramos y pensaba que no nos querías... -

- Jamás podría dejar de amaros... Cuando nos marchemos, será todos juntos - expliqué a Kiera

- Te quiero mucho -

- Y yo a ti mo shaol - dije dejando un beso en su cabeza y después continué con la cocina.

Mi pequeña me regaló una de sus preciosas sonrisas y salió a jugar fuera de la casa. Al poco noté que me abrazaban por detrás y me besaban el cuello.

- Te adora desde que estaba en mi vientre, eres una mami maravillosa - susurró en mi oído.

- Y tu eres la mujer perfecta - respondí girando el cuello para darle un beso.

El Rancho de los SueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora